En un encuentro realizado en el Vaticano, los sindicalistas hicieron una cruda descripción de las políticas de Javier Milei e hicieron hincapié en “el desarrollo, la producción y el trabajo”.
El papa Francisco recibió este lunes a una delegación de la CGT. Fue un encuentro distendido, que duró media hora, en donde los sindicalistas le plantearon un cuadro crítico de la situación política y socioeconómica de la Argentina por las políticas del gobierno de Javier Milei y coincidieron en la necesidad de defender “la dignificación del trabajo” y procurar “el diálogo social para resolver de manera tripartita los principales problemas que vive nuestro país”.
La comitiva sindical, encabezada por los cotitulares cegetistas Héctor Daer (Sanidad) y Pablo Moyano (Camioneros), hizo hincapié en “el desarrollo, la producción y el trabajo” como ejes que la administración libertaria debería tomar en cuenta para gobernar. De todas formas, el único dirigente que planteó con dureza las críticas contra Milei fue el representante de Camioneros, ya que el resto prefirió sobrevolar la problemática argentina con descripciones amplias, sin cargar las tintas. La respuesta del Papa a ese tipo de cuestionamientos fue limitarse a cerrar con un: “Gracias”.
Francisco se cuidó mucho durante la charla de no decir nada que pudiera utilizarse políticamente. Por eso, luego de darle la bienvenida a la delegación de 13 sindicalistas, comenzó hablando de “la importancia que tiene la dignificación en el trabajo, como un valor trascendental y un ordenador social que está alineado con los principios de la doctrina social de la Iglesia”.
En su introducción, Jorge Bergoglio también destacó la igualdad de género y destacó que en ese rubro él había provocado “muchos cambios” dentro de la estructura institucional del Vaticano, dándole un valor de participación a la mujer en distintos ámbitos, como, por ejemplo, en la comisión que elige los obispos donde hay también participación femenina en las cuentas y la administración económica y financiera del Vaticano. “Siempre es muy importante el protagonismo de la mujer, pero más en este momento porque genera una transparencia y una lealtad en los objetivos de cada tarea”, dijo.
La delegación sindical estuvo liderada por dos de los cotitulares de la CGT, Héctor Daer (Sanidad) y Pablo Moyano (Camioneros); Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Rodolfo Daer (Alimentación), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Marina Jaureguiberry (docentes privados), Maia Volcovinsky (judiciales), Argentino Geneiro (gastronómicos), Jorge Sola (seguros), Cristian Jerónimo (vidrio) y Alejandro Gramajo (UTEP) como invitado.
Para el Papa, los riesgos en el mundo ahora son mayores y que por eso él había buscado en su última gira “trazar un camino de concordancia, valorizando el encuentro interreligioso como para generar un campo positivo y evitar que empeore esta convulsión que se vive en todo el planeta”.
En otro tramo de la conversación, cuando le preguntaron si visitará la Argentina, Francisco contó que en octubre tiene que ir a un encuentro de obispos en Bélgica y que ese viaje durará un mes, pero, según los sindicalistas, les dijo: “Si Dios quiere, el año que viene voy a ir a nuestro país”.
También se mostró interesado por lo que representa el flagelo del narcotráfico: consideró que “enferma a nuestros hijos, a nuestros hombres y a nuestras mujeres” y pidió “trabajar en forma mancomunada para que no se transforme en un camino que sea tan fácil de recorrer”.