La cantidad de refugiados durmiendo en las calles de Londres aumentó más del 800% en tres meses por una medida del Gobierno británico que redujo el tiempo en que se les proporciona un alojamiento, informaron hoy medios locales.
En julio había 11 personas durmiendo en la intemperie en la capital, pero en septiembre esa cifra era de 102, un incremento del 827%, según una investigación de la emisora Sky News.
Esta suba se debe a un cambio en la política del Ministerio del Interior, que redujo el tiempo que los refugiados tienen para abandonar los alojamientos proporcionados por el Estado tras la aceptación de su estatus.
Anteriormente, se otorgaban 28 días para encontrar una nueva vivienda, pero ahora, muchos refugiados están recibiendo menos de una semana de aviso.
El responsable de temas de Vivienda de Londres, Tom Copley, expresó preocupación al señalar que la cifra real es mayor porque «existe lo que llamamos personas sin hogar escondidas».
La exministra del Interior, Suella Braverman, despedida recientemente, había afirmado que dormir en la calle es una «elección de vida» y anunció planes para prohibir el uso de carpas y multar a las organizaciones benéficas que las proporcionan.
Estas declaraciones generaron controversia, especialmente en el contexto del creciente número de refugiados sin hogar.
La situación es crítica en Londres, que alberga alrededor de una cuarta parte de los solicitantes de asilo del país.
En ese sentido, la Cruz Roja advirtió que sin apoyo adicional del Estado, hasta 50.000 refugiados podrían correr el riesgo de quedarse sin hogar en todo el Reino Unido.
Este problema surge en un momento en que el gobierno está acelerando el procesamiento de solicitudes de asilo para cumplir con su promesa de eliminar la acumulación de casos para fin de año.
Ayer, dos inmigrantes ilegales perdieron la vida al intentar cruzar el Canal de la Mancha en una pequeña embarcación con 60 personas a bordo que naufragó poco después de zarpar desde Calais, en Francia.
Mientras que las otras 57 personas fueron rescatadas y llevadas a Boulogne-sur-Mer, Francia y otra más fue evacuada por aire.
Enver Solomon, director ejecutivo del Consejo para los Refugiados, describió este suceso como «otra tragedia atroz y evitable».
Las muertes de estos dos inmigrantes ocurren casi dos años después de un grave naufragio con inmigrantes en el Reino Unido en el que fallecieron al menos 27 personas.
Según el Ministerio del Interior del Reino Unido, en lo que va del año unas 27.284 personas habían cruzado el Canal de la Mancha, un tercio menos que 2022.
La semana pasada, la justicia británica dictaminó que el plan del Gobierno para deportar masivamente a solicitantes de asilo a Ruanda es ilegal, en un fallo unánime que señala los riesgos para los refugiados enviados a dicho país africano. (Télam)