El domingo por la noche, luego de la gala de eliminación, Furia fue convocada al confesionario por Gran Hermano. Minutos después, las cámaras la tomaron cuando salía completamente quebrada, secando sus lágrimas para disimular. En las redes sociales esto generó muchas especulaciones, especialmente porque es de público conocimiento que la jugadora está esperando resultados muy importantes para determinar si padece o no leucemia o si tiene algún tipo de enfermedad relacionada con la sangre.
Según contó Bautista a sus compañeros, Furia avisó que no estará en la casa cuando se haga la compra semanal: «Tiene que ir por nuevos estudios. Pidió que con su presupuesto, le compren tres paquetes de cigarrillos». Las cámaras enfocaron otra parte de la casa y no se supo nada más, quizás en un esfuerzo de producción por evitar que se filtre información de la jugadora sin su pleno consentimiento.
¿Qué está pasando con Furia?
Por ahora, lo que se sabe es que a partir de una infección urinaria, se le realizó un estudio de sangre cuyos resultados no dieron bien. Esto, sumado a los antecedentes familiares de la participante, hicieron que el cuerpo médico que está pendiente de los chicos, resolviera sacarla de la casa para profundizar los exámenes.