El presidente fue a votar a Punta Arenas, en el sur chileno. El traspié en un juego infantil se viralizó cómo la mejor representación de una gestión que no hace pie.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, protagonizó un pequeño accidente que se transformó un un blooper que se viralizó por las redes sociales. Pero ese «tropezón» casi infantil, pasó a ser un símbolo del complicado momento que vive la el político del partido comunista que llegó al poder hace apenas 14 meses.
Viajó a Punta Arenas, en el sur del país para votar por la nueva comisión constituyente. Es muy joven, tiene 37 años y el niño que está muy cerca en sus recuerdos afloró en su piel. Se subió para lanzarse por un tobogán de plástico de forma tubular.
El título es muy apropiado para este momento de la imágen de Boric sobre su gestión como mandatario. Sin embargo, solo describe el «blooper» protagonizado en solitario por el presidente.
Antes de regresar a Santiago, la capital, Boric volvió a sentirse el «niño Gabriel». Se acercó a una estructura de metal y tubos plásticos para jugar en una plaza. No había nadie y se tentó. Subió y se lanzó por el tobogán. Pero no tuvo en cuenta que ya es un adulto con un cuerpo – no muy grande ni alto – pero desarrollado.
Boric se atascó justo en la salida y quedó enarbolando sus piernas intentando salir. Como la imágen de una tortuga cuando – a veces- queda apoyada sobre su caparazón.
Finalmente, logró salir, y se tocaba una rodilla como si hubiese sufrido algún pequeño golpe. Su mujer, Irina Karamanos se acercó para ver cómo estaba y le dio un beso en la boca como consuelo.
Tal vez, lo único que rescate Boric de la «doble caída» del domingo en Chile. En este «blooper» viralizado, como símbolo de la caída electoral a manos de la extrema derecha por la reforma constitucional.