Gran jugador, su carrera estuvo marcada por las lesiones. Como técnico, Racing confió en su estilo aún cuando sus antecedentes no eran alentadores.
Pasó 217 días inactivo cuando tuvo su segunda rotura del tendón de Aquiles. Desde que debutó en diciembre de 2004 en la primera de Boca hasta que se retiró en noviembre de 2020 en Vélez, Fernando Gago pasó más de mil días inactivo por lesiones. Cinco de ellas, graves. Levantarse de la cama era un calvario porque el dolor le impedía caminar descalzo y el reposo era un problema en vez de una solución, explica sobre su caso el doctor Juan Manuel Herbella en su libro No me corten el pie.
También ex jugador profesional y ahora médico, Herbella analiza en esas páginas los casos de futbolistas que tuvieron que lidiar con lesiones mientras eran profesionales. El resiliente titula el caso de Gago. Tobillos entumecidos que debían ser masajeados de forma constante. Las soluciones rápidas se convertían en problemas a futuro. Es el lado oscuro del futbolista, aquello que no se ve, tal vez porque las luces encandilan y nos venden que ellos, a veces jóvenes y millonarios, tienen la vida perfecta.
Gago se convirtió en una víctima de los famosos memes. Cada dolor y miedo que sentía ante una lesión, se transformaba en un chiste en redes sociales. Los medios de comunicación, en general, se sumaban a las cargadas. “Envidiosos que hubiesen deseado alcanzar el privilegio y no pudieron”, lo defiende Herbella.
“Siempre me mantuve al margen. Desde hace mucho tiempo he dejado de consumir lo que dice o hace el periodismo y tampoco me fijo en las redes sociales. Cada uno tiene su forma de vida y la verdad es que preferí mantenerme al margen de todo: pensar en mi familia y en mí, sin preocuparme por lo que dicen los demás”, dijo Gago.
Ex jugador nada menos que del Real Madrid, la Roma y el Valencia, además de integrante de la Selección, es el técnico del momento. La sorpresa, para muchos, más allá de la eliminación por penales ante Boca, el sábado. En los 90 minutos, Racing fue superior. A veces una máquina de atacar. Pero no pudo hacer goles.
Cuando a fines del año pasado Rubén Capria, el manager de Racing, lo contrató como entrenador, sobraron los cuestionamientos. Venía de debutar como técnico de Aldosivi: de 26 partidos, perdió 16 (seis al hilo), ganó 7 y empató 3. Su equipo intentaba jugar bien pero los resultados no se le daban. ¿Cómo iba a cambiar un técnico sin experiencia y sin buenos resultados el flojo momento que vivía la Academia?
El debut fue con derrota 2 a 1 ante Rosario Central, en Arroyito. A la jornada siguiente Racing volvió a perder, pero en Avellaneda, 2 a 1 ante Defensa y Justicia. “Quiero un equipo ofensivo”, había dicho al asumir, pero los números no encajaban y la paciencia de los hinchas explotaba. ¿Por qué Gago? ¿Para qué? Después le ganó 2 a 0 a Atlético en Tucumán y se alternaron victorias y derrotas que no mejoraban su situación. Hasta que el 11 de diciembre y en Avellaneda Racing le ganó 2 a 1 a Godoy Cruz. Siguieron tres empates y una victoria. No perder era un alivio. Pero el 6 de marzo le ganó a Talleres 1 a 0 y empezó la buena racha. Diez victorias consecutivas entre Copa de Liga y Sudamericana. Se incluye a Independiente en el Ricardo Bochini. Primer tiempo genial y segundo no tanto, pero el gol sobre la hora de Enzo Copetti hizo olvidar cualquier método. 16 partidos sin derrotas. Ya era la Gagonetta. Los insultos se cambiaron por elogios y Capria dejó de ser cuestionado. Blanco, presidente eterno.
Su estilo para manejar al plantel está fuera de lo común. Les da días libres a los jugadores y a veces los libera de las concentraciones, según contó en una entrevista con ESPN. También dijo que tiene confianza plena en ellos y que hay sanciones económicas para quienes vuelven de los días libres con peso de más.
El 5 a 0 contra Aldosivi en los cuartos de final de la Copa de la Liga ratificó el gran momento del equipo. Ya desde el arranque fue contundente. Un gol a los 3 minutos y una apuesta ofensiva poco común para nuestro fútbol. Toques y pases para llegar al área rival en segundos. Fueron 5, pudieron ser más.
En la semifinal ante Boca –que jugará este domingo la final frente a Tigre–, su equipo tomó la iniciativa. Atacó mucho y se perdió algunas claras posibilidades de ponerse en ventaja. Pero enfrentar a Boca, más allá de cómo juegue, nunca es sencillo. También lo pudo perder en los 90 minutos. Los penales, sabemos, son un partido aparte. No cuenta cómo juega un equipo sino cómo define un jugador y qué tanta efectividad tiene un arquero.
La pregunta anunciada antes del partido era qué sentía al enfrentarse ante Boca. Para Gago habrá parecido más un intento por sumar morbo que otra cosa. “No me genera nada enfrentar a Boca. Soy el técnico de Racing”. Gago, sabe, ya ganó. Mientras, otros hacen memes.
Fuente: Página 12