Los incidentes ocurrieron en mezquitas y lugares de alojamiento para solicitantes de asilo. Hay más de 90 personas detenidas.
Desde el viernes, en diferentes partes del Reino Unido, escaló la violencia luego del asesinato de tres menores de edad el pasado lunes. Grupos anti inmigrantes y en contra del islam se enfrentan con la policía en las calles.
El primer ministro británico, Keir Starmer, condenó los disturbios que se llevaron adelante en varias ciudades británicas y prometió llevar ante la justicia a sus responsables.
En las declaraciones, Stramer informó: “Si se ataca a las personas por el color de su piel o su fe, entonces eso es extrema derecha y estoy dispuesto a decirlo. Esto es violencia, no es protesta. No importa cuál sea el motivo”.
Los incidentes, ocurridos en mezquitas o lugares de alojamiento para solicitantes de asilo, comenzaron después de que corriera el rumor en redes sociales sobre la nacionalidad y religión de un agresor que mató las niñas en el instituto de arte en la ciudad de Southport.
El sábado, en las ciudades de Liverpool, Hull, Belfast y Leed, manifestantes de la ultraderecha organizados mantuvieron enfrentamientos con la policía y contra movimientos de acciones antirracistas. Más de 90 personas terminaron detenidas.
“Haremos todo lo que sea necesario para garantizar que el mensaje sea absolutamente claro: si participas en esta violencia, te arrepentirás y serás llevado ante la Justicia lo antes posible”, declaro el funcionario.
El país no había visto un estallido de violencia similar desde 2011, tras la muerte de Mark Duggan, un joven asesinado por la policía en el norte de Londres.