El Manchester City atraviesa un momento complicado y no logra repuntar en ninguna competición. Después de acumular cinco derrotas consecutivas, este martes parecía que finalmente pondría fin a esta inusual racha en la Champions League. Con dos goles de Haaland y uno de Gundogan, el equipo dominaba 3-0 al Feyenoord y se perfilaba para conseguir un triunfo crucial en la recta final de la fase de grupos. Sin embargo, en los últimos 15 minutos, el conjunto neerlandés logró una sorprendente remontada, dejando el marcador final en un inesperado 3-3 en el Etihad Stadium.
De esta manera, los «Citizens» se alejan de los primeros puestos y alcanzan ya seis partidos consecutivos sin victorias, marcando la peor racha en la carrera de Pep Guardiola como entrenador. Sin embargo, más allá de esta preocupante seguidilla, lo que más llamó la atención en la jornada fue el rostro del técnico español, que terminó con varios rasguños: algunos leves en la frente y uno especialmente notorio en la nariz.
Como era de esperarse, al final de la conferencia de prensa, un periodista le preguntó a Guardiola por las marcas en su rostro tras hablar del partido. «Me lo hice con mi propio dedo, con la uña», respondió el técnico, mientras imitaba los movimientos y el sonido del rasguño. «Quise hacerme daño a mí mismo», añadió entre risas, antes de levantarse de su silla y dar por terminada la rueda de prensa.
Los «Citizens» visitarán el domingo al Liverpool, líder la Premier League. Los «Reds» acumulan 31 puntos y están a ocho del City.