Apenas supo que Walter lo necesitaba, el ex Gran Hermano no dudó ni un segundo en poner el cuerpo para ayudarlo.
Walter le lleva cinco años a su hermano Gustavo Conti. Se criaron y crecieron juntos en la barrio de Caballito y entre otras pasiones, comparten su fanatismo por Boca. Esta vez, como adultos se intercambiaron los roles y es la pareja de Ximena Capristo quien, como hermano menor, deberá cuidar del mayor. El papá de Félix podrá su cuerpo en un acto de amor en post de la recuperación de su hermano, que fue diagnosticado en el 2020 con leucemia.
“Nunca dudé no existe otra opción en mi cabeza”, dijo el ex Gran Hermano a Teleshow al ser consultado sobre su decisión de donarle médula ósea a Walter. Ellos no tienen más hermanos y luego de realizarse los estudios correspondientes, los resultados arrojaron que tienen un 75 por ciento de compatibilidad, “un montón”.
Todo comenzó hace poco más de dos años, en abril del 2020 cuando en plena cuarentena total y obligatoria por el coronavirus Walter comenzó asentirse “cansado” y decidió ir al sanatorio Anchorena, donde escuchó el diagnóstico: “Le dijeron que tenía leucemia, nos sorprendió porque era una persona hiper sana, hacía deportes, nunca tuvo nada”.
En ese entonces, para estar un paso adelante, Conti se hizo los estudios de compatibilidad en caso de que fuera necesario un trasplante de médula: “Nos dio 75 por ciento, con 50 ya hacen trasplantes, así que era una bocha”. Aquellos análisis quedaron archivados en el cajón y no fueron necesarios. En ese momento Walter hizo tratamiento con quimioterapia y le “resetearon” la médula, “le sacaron las células malas”, explicó Gustavo.
Así las cosas, de a poco fue retomando su vida anterior, primero haciéndose controles cada tres meses, luego cada seis, y anuales, hasta que el último en abril, justo cuando se cumplieron dos años del primer episodio que lo hizo ir a ver al médico, no resultó como esperaban y tuvo una recaída.
“En su momento estuvo en terapia intensiva por complicaciones, sin glóbulos blancos y corre riesgos por las infecciones. Salió adelante, es deportista, tiene 51 pero parece de 30 y no fue jugador de fútbol por cinco minutos. Cuando se recuperó volvió a jugar. Pero le dijeron que si tenia una recaída no podría hacer tratamiento, sino que tenía que ir a trasplante”, fue entonces que volvió a aparecer la idea de que él le done su médula.
Por estos días Walter está internado y lo acompañan su mujer e hijos. Gustavo no lo puede ir a ver, cuantas menos personas lo visiten mejor, debido a que tiene las defensas muy bajas: “Está internado combatiendo porque tuvo unas bacterias, no llegó a estar en terapia pero sí con oxígeno. La pasa como el orto. Él es un pibe sano, de esos que decís ‘va a vivir 100 años’”.
Los próximos pasos a seguir previo al trasplante serán esperar que Walter sea dado de alta y en veinte días Gustavo deberá comenzar a preparase físicamente (con estudios y medicación) para en 25, realizar el trasplante. “El tratamiento no es fácil”, dijo el ex Gran Hermano y agregó que él anímicamente está preparado: “Siempre quise hacerlo, nunca dudé, no existe otra opción. Por mí no me da miedo, desde un primer momento estuve dispuesto a hacerlo, es mi hermano y quiero lo mejor para él. Nunca dudé y sabe que estoy a disposición. El miedo esta por el tratamiento que es complicado, pero tengo fe que al tener todas esas virtudes lo va a poder sacar adelante”.
En esta situación, la Fe es clave. “Creemos y rezamos para que toda vaya bien todos los días. Hay que pedirle a Dios que las cosas se den bien y que después del trasplante su cuerpo lo acepte como corresponde y que quede como una anécdota y un mal trago que pasamos todos”, dijo y se corrigió: “Para él en realidad, que puso el cuerpo”.
En sus redes sociales Gustavo pidió además dadores de sangre de cualquier grupo y factor. Quienes deseen colaborar pueden hacerlo presentándose sin turno de lunes a sábados de 7.30 a 12.00 en Entre Ríos 1082, desayunados y avisar que van por el paciente Walter Conti, internado en el Sanatorio Anchorena.
La médica hematóloga Sofía Burgos (MN 147.448) explicó hace un tiempo a Infobae: “El trasplante de médula es un tratamiento en el que se reemplazan las células enfermas de la médula ósea por células madre provenientes de la médula de un donante sano compatible, que es lo que se denomina trasplante alogénico; o proveniente de una extracción previa almacenada del mismo paciente o trasplante autólogo”. Además resaltó que “es uno de los pocos tejidos que se puede donar en vida”.
Según explica la página del Incucai, cientos de personas por año necesitan un donante de médula ósea y tres de cada cuatro no tienen donantes compatibles dentro de su círculo familiar.Por eso quienes lo deseen pueden inscribirse como donantes en los Servicios de Hemoterapia de los Hospitales y Bancos de Sangre de todo el país. Existen dos métodos de donación, por aféresis (extracción de sangre) o punción.
Fuente: Infobae