Cuando los frustrados seguidores del equipo local perdedor invadieron la cancha en la provincia de Java Oriental el sábado por la noche, los policías lanzaron gases lacrimógenos en un intento por controlar la situación, lo que provocó una estampida y casos de asfixia, dijo a periodistas el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta.
Al menos 125 personas murieron y unas 320 resultaron heridas en una estampida y disturbios en un partido de fútbol en Indonesia, informaron funcionarios el domingo, en una de las peores tragedias en estadios del mundo.
Cuando los frustrados seguidores del equipo local perdedor invadieron la cancha en la provincia de Java Oriental el sábado por la noche, los policías lanzaron gases lacrimógenos en un intento por controlar la situación, lo que provocó una estampida y casos de asfixia, dijo a periodistas el jefe de policía de Java Oriental, Nico Afinta.
«Se había vuelto anárquico. Comenzaron a atacar a los oficiales, dañaron los autos», aseguró Nico quien sostuvo que la aglomeración ocurrió cuando los fanáticos huyeron hacia una puerta de salida.
Las imágenes de video de los canales de noticias locales mostraron a los fanáticos entrando a la cancha en el estadio de Malang después de que el Arema FC perdió 3-2 ante el Persebaya Surabaya.
Las imágenes mostraron a personas que parecían haber perdido el conocimiento siendo llevadas por otros fanáticos.
El jefe de uno de los hospitales de la zona que atiende pacientes dijo a Metro TV que algunas de las víctimas sufrieron lesiones cerebrales y que entre los muertos había un niño de cinco años.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, ordenó el domingo a las autoridades que evalúen minuciosamente la seguridad en los partidos de fútbol y ordenó a la asociación de fútbol del país (PSSI) detener los partidos de la Liga 1 hasta que la investigación concluya.
Jokowi, como se conoce al mandatario, pidió que el incidente sea la «última tragedia del fútbol en la nación».
El organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, especifica en sus regulaciones de seguridad que los delegados o la policía no deben portar ni utilizar armas de fuego ni «gases para el control de multitudes».
La FIFA solicitó un informe sobre el incidente a la asociación de fútbol PSSI de Indonesia que envío un equipo a Malang para investigar, dijo a periodistas el secretario general de PSSI, Yunus Nusi.
La comisión de derechos humanos de Indonesia se propone investigar la seguridad en el terreno, incluido el uso de gases lacrimógenos, dijo su comisionado a Reuters.
VIDAS DESPERDICIADAS
«Muchos de nuestros amigos perdieron la vida a causa de los oficiales que nos deshumanizaron«, dijo llorando Muhammad Rian Dwicahyono, de 22 años, mientras cuidaba un brazo roto en el hospital local de Kanjuruhan. «Se han desperdiciado muchas vidas».
Los familiares de las víctimas se reunieron el domingo frente a las puertas del estadio para depositar flores.
Amnistía Internacional Indonesia criticó las medidas de seguridad y dijo que «el uso de fuerza excesiva por parte del Estado (…) para contener o controlar tales multitudes no puede justificarse en absoluto».
El principal ministro de seguridad del país, Mahfud MD, aseguró en una publicación de Instagram que el estadio se llenó más allá de su capacidad y reveló que se emitieron 42.000 entradas para un estadio que se supone solo tiene capacidad para 38.000 personas.
Muchas víctimas en el hospital de Kanjuruhan sufrieron traumatismos, dificultad para respirar y falta de oxígeno debido a la gran cantidad de personas en el lugar afectadas por los gases lacrimógenos, dijo el paramédico Boby Prabowo.
El gobernador de Java Oriental, Khofifah Indar Parawansa, dijo a periodistas que se brindará ayuda financiera a los heridos y a las familias de las víctimas.
Fuente: Cronista