El monumento del Ayuntamiento de París se encuentra cerrado desde este lunes por una medida gremial que rechaza la mala gestión y la falta de presupuesto, lo que provocó la decepción y el enojo del turismo internacional, que se quedó con las ganas de subir al emblema de la capital francesa.
La Torre Eiffel se encuentra cerrada desde este lunes por una medida gremial que rechaza la mala gestión del histórico monumento perteneciente al Ayuntamiento de París, al que interpelan ante la falta de presupuesto, lo que provocó la decepción y enojo del turismo internacional que se quedó con las ganas de subir a una de las mayores atracciones de la capital francesa.
La huelga, que puede llegar a extenderse en la semana, fue decidida por los dos sindicatos del personal del monumento parisino, la CGT y la Fuerza Obrera (FO), en denuncia a la mala gestión actual que lleva a la empresa que gestiona la torre (SETE) «a la situación más difícil», según informa la agencia francesa AFP.
Este lunes, la torre situada en el centro de París amaneció con un cartel destinado a los miles de turistas que rezaba: «Debido a una huelga, la Torre Eiffel está cerrada. Pedimos disculpas». La misma información se reproduce en la página oficial del sitio, donde también se disculpan «por las molestias causadas».
La Sociedad de Explotación de la Torre Eiffel (SETE) es la encargada del mantenimiento, explotación y promoción de la célebre construcción metálica en el marco de un contrato de delegación de servicio público con el Ayuntamiento de París desde noviembre de 2017 y por 15 años, tal como informan en la página, donde también se consigna que tienen 340 empleados y reciben 6 millones de visitantes anuales.
Uno de los trabajadores, Denis Vavassori, explicó al medio español El Mundo que las visitas diarias oscilan entre 16.000 y 18.000 personas y esto «da una idea de la pérdida que supone» abrir por uno o más días.
Según denuncian los trabajadores, el presupuesto no alcanza para realizar los trabajos necesarios de mantenimiento de la torre, «mientras que el Ayuntamiento les exige más dinero por la explotación de la misma», indica el periódico.
«Si no se equilibran los gastos e ingresos, corremos el riesgo de que entre en déficit», señala Vavassori citado por El Mundo.
Durante 2023 la torre generó cifras por unos 129 millones de dólares, a pesar de lo cual los costos de mantenimiento se incrementaron. El monumento de hierro es pintado cada siete años y durante la última campaña el presupuesto permitió cubrir una parte de estos trabajos, llegando a pintarse sólo el exterior de cara a los próximos Juegos Olímpicos.
El pedido concreto es «tener un interlocutor en el Ayuntamiento» ante la mala gestión económica, ya que los trabajadores amenazan con declararse en huelga en los Juegos Olímpicos que tendrán lugar del 26 de julio al 11 de agosto.
Los sindicatos realizan la huelga para denunciar a la dirección actual, «que está llevando a la empresa que gestiona el monumento directamente a las peores dificultades» e impone un modelo «insostenible».Se trata de un equilibrio entre ingresos y gastos gravemente perjudicado por la pandemia de Covid-19 que arrastra provocó un déficit de unos 120 millones de euros en 2020 y 2021, indica AFP.
A su vez, los sindicatos expresan su preocupación por el aumento de las «obras acometidas en los últimos años que aumentaron en 128 millones de euros desde 2019», señala el medio. Y a pesar de la inversión, son visibles numerosos puntos de corrosión, síntomas de un deterioro preocupante del monumento de 135 años.
AFP refleja también la decepción de algunos turistas: «Hubiéramos cambiado la fecha si hubiéramos sabido que había un problema con los trabajadores», afirmó Gabriel Mimica, un argentino de 42 años que dijo estar «sorprendido» por la huelga».
«Veníamos con toda la expectativa y la ilusión de conocer la torre, nos bajamos del taxi y nada, vimos el cartel» que informaba del cierre, explicó el hombre, que vino por primera vez a París con su familia.
Courtney Scott, de viaje con su pareja, dijo estar «desolada». «Dejamos a nuestro bebé en casa para permitirnos esta escapada romántica y no podemos subir», lamentó esta irlandesa de 30 años.
Por su parte, El Mundo señala que a pesar del cierre los alrededores del monumento concentran a miles de personas, «más para hacerse fotos que para ver la torre», y cita a otro turista argentino, de nombre Matías: «¿Es que siempre están en huelga aquí? Nos hemos encontrado con problemas con los trenes por un paro y ahora esto».
Construida por el ingeniero Gustave Eiffel (1832-1923) para la temporal Exposición Universal de París de 1889, con el tiempo se convirtió en el símbolo de la capital francesa. La torre de metal recibió 6,3 millones de visitantes en 2023, superando la cifra de 2019, antes de la pandemia. Télam