El balance de muertos en el incendio en Hawai, el más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo, subió a 99, y podría «duplicarse» esta semana, advirtieron las autoridades, criticadas por su gestión.
«Durante los próximos diez días, este número podría duplicarse», estimó el lunes el gobernador de Hawai, Josh Green, en CNN, informando del hallazgo de otros tres cadáveres, lo que lleva la cifra total a 99 fallecidos.
El saldo va en aumento a medida que los equipos de rescate con perros entrenados avanzan en sus tareas de búsqueda entre casas y vehículos calcinados.
Sólo un 25% de la zona siniestra ha sido rastreada hasta el momento, explicaron las autoridades el lunes por la noche.
Los rescatistas «probablemente encontrarán de 10 a 20 personas por día hasta que terminen» sus tareas, dijo Green a la cadena CBS.
En Lahaina, una ciudad costera de 12.000 habitantes en la isla de Maui, el fuego fue tan intenso que hizo fundir el metal.
Los cuerpos recuperados son difíciles de identificar, explicó el jefe de la policía local, John Pelletier. Hasta ahora, sólo tres de ellos pudieron ser reconocidos «por sus huellas», agregó el oficial, por lo que pidió a los familiares de las personas desparecidas someterse a pruebas de ADN.
Las autoridades se plantean limitar el acceso a Lahaina durante todas las operaciones de búsqueda, por precaución ante posibles productos químicos, y por respeto a los fallecidos.
Las autoridades daban cuenta de 1.300 desaparecidos, según Green. La cifra va bajando a medida que las comunicaciones se van restableciendo de forma progresiva en la isla de Maui y que los habitantes logran ponerse en contacto con sus familiares.
«Falta de comunicación»
Los múltiples fuegos que se declararon la semana pasada, atizados por los fuertes vientos y la sequía de la isla, siguen ardiendo, pese a los esfuerzos de los bomberos para extinguirlos.
Las autoridades no obstante no parecen preocupadas por la tormenta tropical que debe cruzar el sur del archipiélago en la noche del miércoles al jueves. No tendrá «prácticamente ningún impacto», según el servicio meteorológico estadounidense.
El fuego impactó o destruyó más de 2.200 estructuras en Lahaina, y oficialmente las pérdidas se estiman en 5.500 millones de dólares, sin contar los miles de damnificados que quedaron sin hogar.
Este es el incendio más mortífero en Estados Unidos desde 1918, cuando 453 personas murieron en Minnesota y Wisconsin, según el grupo de investigación Asociación Nacional de Protección contra Incendios.
El saldo de víctimas fatales sobrepasa el de Camp Fire, ocurrido en 2018, en California, que prácticamente borró del mapa la pequeña población de Paradise y mató a 86 personas.
Las circunstancias de los repentinos incendios de esta semana siguen sin estar claras. Y el resentimiento de la población contra las autoridades no deja de aumentar.
«La falta de comunicación es abismal, la gente está muy indignada y se siente frustrada. La situación sólo hace que empeorar», dijo a la AFP el pastor Stephen Van Bueren, cuya iglesia quedó destruida.
Durante los incendios, las alertas oficiales en la televisión, la radio y en los teléfonos fueron inútiles puesto que muchos residentes se quedaron sin electricidad o conexión. Las sirenas de alarma no funcionaron.
Fuente: AFP