Un pedido de juicio político ingresó al Consejo de la Magistratura de La Rioja contra la jueza Marcela S. Fernández Favaron, a quien se acusa de haber tomado decisiones que expusieron a una niña de 4 años, identificada como “Niña Lila” a graves situaciones de vulneración y desamparo, pese a existir pruebas e intervenciones judiciales previas que señalaban riesgo y violencia. La abuela de la pequeña, dialogó con MEDIOS RIOJA y relató el drama que le toca vivir.
El pedido de Juicio Político contra de la jueza Marcela S. Fernández Favarón, de la Ciudad Capital de La Rioja, se funda en la violación sistemática de los derechos de la niña y en las múltiples medidas revictimizantes y violentas a las que fue sometida una niña de tan sólo 4 años de edad, la niña ‘Lila’ (pseudónimo), dice un documento al que accedió MEDIOS RIOJA donde se fundamenta el pedido de jury contra la magistrada riojana.
«Hoy mi nieta vive con su abuela paterna y su abusador»
En este punto, es necesario señalar que nunca hubo la protección, ni el resguardo del que debió proveerse y de modo inmediato a Lila y a su mamá, (madre protectora), frente a la situación de vulnerabilidad y violación de su integridad física, emocional y psíquica; lo que con sobrada prueba, pericias y testimonios de profesionales correspondió con el trauma de haber sido violentada sexualmente por su progenitor. Incesto Paterno Filial, delito.
Sin embargo, la jueza Fernández Favarón, ignoró la prueba, violentó los derechos de la niña desconociendo el ‘Interés Superior del Niño’ y se negó a dictaminar alguna medida de resguardo.
En el mismo sentido, la mencionada jueza, obligó a la Niña Lila a regresar con el progenitor denunciado, expulsándola de su centro de vida, -en la provincia de Córdoba- actuando en perjuicio de la pequeña, omitiendo los derechos y la salvaguarda a favor la niña.

La historia del terror
La denuncia por abuso sexual incesto paterno en contra del progenitor se realizó en noviembre del 2021, en La Rioja. A partir de entonces, el progenitor comenzó una campaña de difamación y mentiras en los medios de comunicación y prensa como así también en las redes sociales.
Pero además, el denunciado deja expuesto su nivel de violencia e impunidad al desobedecer las medidas judiciales impuestas por la justicia riojana en el 2021, y vuelve a desobedecer las órdenes judiciales en el 2022, esta vez las medidas dispuestas por la justicia de Córdoba.
La historia es de terror. Han transcurrido días, meses y años de terror literal. De persecución literal, de tormentos y de acosos sistemáticos por parte del ya denunciado abusador de la niña y potencial femicida de la mamá de la Niña Lila.
A tal punto escaló la violencia del sujeto denunciado que por las ‘denuncias infundadas y permanente exposición de la familia materna de Lila’ -violencia mediática- en las redes sociales, produjo una verdadera cacería de brujas: Personas de su círculo íntimo y seguidores realizaron amenazas de muerte y de violación a la madre de Lila y amenazas de secuestro a la niña.
Con antelación, la jueza de menores de La Rioja, Dra. Alicia Valdez, había concedido el permiso a la mamá y a Lila de seguir viviendo en Córdoba y solicitado el resguardo del domicilio.
No obstante, el progenitor con la ayuda de una ‘Fundación’, que encubre a violentos y abusadores sexuales, descubre el domicilio de la niña y la madre. La presidenta de la fundación en alianza con el progenitor denuncian a la mamá protectora por presuntos malos tratos. Ante la denuncia actúa la SENAF cordobesa: entrevista a la niña que cuenta con detalles los abusos sexuales a los que era sometida por su progenitor. Interviene la Jueza Olocco de Otto que de inmediato protege y le da crédito a la declaración de la niña. A diferencia de la justicia riojana, la justicia de Córdoba procede sin dilaciones. ¿Es probable que esto le haya molestado a la justicia riojana porque quedaba expuesta ante sus pares cordobeses? Es notable que a las pocas semanas de la declaración de Niña Lila en Córdoba la justicia riojana despliega toda su energía para secuestrarla. En ese mes de febrero de 2023 también hay otra orden de secuestro para una niña riojana que emigró junto a su madre buscando protección en la ciudad de Buenos Aires
¿Mala Praxis? ¿Intencionalidad de favorecer al abusador? ¿La Justicia riojana se responsabilizará del gravísimo daño que está provocando en la Niña Lila?
Recordamos en este punto el escandaloso caso de Lucio Dupuy, en la provincia de La Pampa, situación de violencia conocida y denunciada en organismos estatales y judiciales sin embargo, ningún agente público, ni judicial accionó, al contrario: allanaron el camino para el peor de los sucesos.
La jueza Marcela S. Fernández Favarón, ícono de desidia, continúa ordenando de modo recurrente la interrupción de contacto con la madre y con la familia materna, privilegiando el vínculo con el progenitor denunciado por: Violencia sexual contra su propia hija (4 años), denunciado además por amenazas, hostigamiento, persecuciones, violencia mediática y pública y otras acciones de violencia ejercida contra la mamá de Lila y la familia materna. Además de los delitos de desobediencia a las órdenes judiciales en las dos provincias (La Rioja y Córdoba).
La causa continuó con múltiples irregularidades, tal así es el aval de informes del CATIU Centro Interdisciplinario de la Función Judicial: emboscada y entrevista encubierta filmada sin el conocimiento y consentimiento de la tía abuela materna, Sra. Delia López, quien había sido designada guardadora judicial de la niña.
Asimismo, cabe señalar que sobre esta tía abuela, también se realizaron diagnósticos infundados y pericias sin la debida rigurosidad. Informes, obtenidos de manera ilegal, que fueron utilizados para suspender cualquier contacto con la familia materna.
*Con información de Red de Periodistas por los Derechos de los NNyA.
