El sumo pontífice denunció las atrocidades tras el bombardeo israelí que dejó varios niños muertos. “Basta de señalar al Estado judío y a su pueblo”, reclamó la cancillería israelí.
El Gobierno israelí le respondió al papa Francisco, quien condenó los ataques aéreos israelí en la Franja de Gaza, donde murieron siete niños palestinos. Al mismo tiempo, hizo caso al pedido del sumo pontífice y permitieron el ingreso del cardenal Pierbattista Pizzaballa a la iglesia de la Sagrada Familia.
“Los comentarios del Papa son particularmente decepcionantes, porque están desconectados del contexto real y concreto de la lucha de Israel contra el terrorismo yihadista”, apuntó la cancillería israelí en un comunicado.
En ese sentido, las autoridades israelíes señalaron que la verdadera “crueldad” está en los terroristas de Hamás que “se esconden detrás de niños mientras intentan asesinar a niños israelíes”. También denunciaron que Hamás mantiene como rehenes a más de 100 personas, entre ellas niños y un bebé, desde hace 442 días.
Por otra parte, en el comunicado subrayó que las operaciones de Israel tienen como objetivo a terroristas que “utilizan a niños como escudos humanos”. Según las autoridades, mientras Israel hace “esfuerzos extraordinarios para evitar daños a inocentes”, Hamás busca “aumentar los daños a los civiles palestinos”.
“La culpa debe recaer únicamente sobre los terroristas, no sobre la democracia que se defiende de ellos”, indicaron y pidieron “basta de dobles varas” al juzgar las acciones del Estado judío.