Las hermanitas de la casa más famosa del país decidieron sellar su amistad y su paso por el reality con un tatuaje.
El tridente por siempre. ¿Quién diría que un reality sembraría una solida amistad? Pues eso ocurrió entre Juli Poggio, Dani Celis y Romi Uhrig.
Las chicas forjaron una fuerte relación en la casa de Gran Hermano y tras la finalización del programa su vinculo continuó. Primero fueron las comidas y las fiestas, luego llegaron las presentaciones familiares y finalmente ocurrió una muestra de fuego: tatuarse juntas.
Las hermanitas apostaron por su amistad y por su paso por el reality más famoso del mundo y decidieron llevar el logo del programa para siempre en su piel.
Romi, Juli y Dani se tatuaron el ojo de Gran Hermano en su cuello para recordar su paso por el programa y cómo su estadía les cambió para siempre sus vidas.

«Nos queda para toda la vida. Las amo», se dijeron entre sí. vinciales».