El máximo tribunal nacional rechazó la última apelación de una condenada a prisión perpetua por asesinar a golpes a una de sus hijas.
Se trata de María Carina Silva, condenada por «homicidio agravado por el vínculo» por el crimen de una de sus hijas mellizas, de tres años de edad, en 2016 en la localidad chaqueña de Chorotis.
La crónica policial indica que la mujer había entregado a sus hijas a una docente en una suerte de adopción informal pero tiempo después se arrepintió y reclamó la restitución por vía judicial.
Testigos que declararon en el juicio describieron escenas de violencia que padecieron ambas niñas, que le causaron el deceso a una de ellas.
«El recurso extraordinario, cuya denegación motivó esta queja, resulta inadmisible», dijeron los jueces de la Corte Suprema.
El fallo fue por unanimidad, aunque con una disidencia formal del juez Ricardo Lorenzetti por una cuestión de interpretación terminológica del contenido de la decisión.