Un grupo de relatores de las Naciones Unidas pidió la intervención de la comunidad internacional para «evitar las atrocidades» contra los palestinos. «Un niño muere y dos resultan heridos cada diez minutos», señalaron.
Un grupo de relatores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a la comunidad internacional que actúe para evitar «un genocidio en proceso» en la Franja de Gaza por las «graves violaciones» cometidas por el Ejército israelí, un día después de pedir «pausas humanitarias» en el conflicto entre Israel y Hamás.
Israel señaló que el puerto era utilizado por Hamás como centro de entrenamiento para sus fuerzas de comandos navales.
A través de un comunicado difundido este jueves, los funcionarios señalaron que hay pruebas de un aumento de la «incitación genocida» y una intención abierta de «destruir al pueblo palestino bajo ocupación». «Muchos de nosotros hemos hecho saltar la alarma por el riesgo de genocidio en Gaza», advirtieron.
Destacaron que la retórica «genocida y deshumanizadora» por parte de altos cargos israelíes que pidieron «la destrucción total» y la «eliminación» de Gaza supone «un riesgo de que la situación derive en un genocidio ejecutado con medios y métodos de guerra del siglo XXI».
«Estamos también profundamente preocupados por el apoyo de ciertos gobiernos a la estrategia de guerra de Israel contra la población cercada en Gaza y por el fracaso del sistema internacional a la hora de movilizarse para prevenir el genocidio», agregaron los relatores.
En este sentido, recordaron que más del 40% de los más de 11.500 muertos en Gaza son niños, lo que significa que «un niño muere y dos resultan heridos cada diez minutos». «La comunidad internacional tiene una obligación de evitar las atrocidades, incluido el genocidio, y debe considerar inmediatamente todas las medidas diplomáticas, políticas y económicas a tal fin», afirmaron.
La máxima autoridad de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, pidió este jueves una investigación internacional para determinar posibles crímenes de guerra. «Las acusaciones extremadamente graves, sean quienes sean sus autores, exigen una investigación rigurosa y la depuración de responsabilidades», declaró.