Mañana será la marcha federal en defensa de la educación pública. Legisladores opositores se suman al reclamo por el veto presidencial.
Mañana se llevará a cabo una masiva marcha federal en defensa de las universidades públicas, mientras crece la tensión en el Congreso por el inminente veto presidencial a la Ley de Presupuesto Universitario. Legisladores opositores de diferentes bloques han alzado su voz contra lo que consideran un ataque directo a la educación pública por parte del gobierno de Javier Milei.
Veto en la cuerda floja: la polémica alrededor del presupuesto universitario
En una conferencia de prensa realizada en el Congreso, legisladores nacionales criticaron duramente el recorte de fondos a las instituciones académicas y convocaron a la movilización que se desarrollará en todo el país. «Hay una intención de destruir la universidad pública», advirtieron, dejando en claro que la oposición no permitirá que la medida avance sin resistencia.
Martín Lousteau, senador por la Unión Cívica Radical, fue uno de los principales oradores: «La universidad es una de las pocas cosas que le da el Estado argentino a las familias para soñar con un futuro mejor, y este Gobierno ataca permanentemente la educación universitaria», declaró. «Mienten con los fondos que mandan. Esta movilización es crucial,» sentenció.
La estrategia de la oposición dialoguista
Durante la conferencia, legisladores de diferentes bloques reafirmaron su compromiso con la defensa de la educación pública y su participación en la marcha federal. Más allá de las tradicionales divisiones partidarias, el rechazo a la política educativa del gobierno actual parece haber unido a sectores del radicalismo, el PRO, Encuentro Republicano Federal y otros.
Entre los presentes se encontraban Margarita Stolbizer (GEN), Natalia de la Sota (Encuentro Republicano Federal), Emilio Monzó (Partido del Diálogo), Julio Cobos (UCR) y Mónica Fein (Partido Socialista), entre otros. Todos coincidieron en que, de concretarse el veto, se pondría en grave riesgo el acceso de miles de estudiantes a una educación gratuita y de calidad.
En un giro que muchos consideran provocador, Manuel Adorni, vocero presidencial, confirmó que el veto de Milei a la ampliación de los fondos para las universidades podría hacerse público precisamente el día de la marcha. Este gesto ha sido interpretado como un intento del gobierno de reafirmar su postura, incluso en un clima de creciente movilización social y política.
«Vamos a vaciar de funcionarios de prestigio a las universidades nacionales si no se resuelve este conflicto,» advirtió el sindicalista Héctor Daer en declaraciones recientes, y agregó que muchos docentes con dedicación exclusiva se ven obligados a renunciar por la precariedad de sus salarios.
Una movilización que no se detiene
La marcha, que tendrá lugar mañana a las 17 horas en Plaza de Mayo, promete ser una de las más multitudinarias en defensa de la educación pública en los últimos años. Estudiantes, docentes, no docentes, investigadores y la ciudadanía en general han sido convocados para exigir el cese de los recortes y el respeto a las universidades como bastión de igualdad social.
Mónica Fein, diputada nacional por Santa Fe, dejó en claro su postura: «Nuestro espacio no negocia el financiamiento universitario. Vamos a estar en las calles junto a todos aquellos que creen en una universidad pública, libre y gratuita,» afirmó. Las expectativas de una participación masiva son altas, y muchos esperan que esta movilización sea un punto de inflexión en la política educativa del país.