El Tribunal Oral Federal de La Rioja condenó este lunes al exalférez Eduardo Abelardo Britos a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta para ejercer cargos, al encontrarlo culpable de delitos de lesa humanidad perpetrados contra presos políticos y por el homicidio calificado del catequista y dirigente campesino Wenceslao Pedernera el 25 de julio de 1976.
Los jueces condenaron por unanimidad al exgendarme al encontrarlo penalmente responsable de los delitos de homicidio calificado, privación ilegítima de la libertad, allanamiento, imposición de tormentos agravados, violación calificada con el concurso de dos o más personas en grado de tentativa, asociación ilícita y abuso deshonesto agravado por haber sido cometido por un encargado de su guarda.
En cuanto a la condena por haber sido autor mediato del delito de “homicidio calificado por alevosía y por el número de partícipes” en perjuicio de Pedernera, el tribunal decidió no tomar en consideración el planteo del agravante por odio religioso efectuado por las querellas.Asimismo, el tribunal integrado por José Camilo Quiroga Uriburu, Mario Eduardo Martínez y José Fabián Asís ordenó diferir la modalidad de ejecución de la pena hasta tanto quede firme la sentencia y se pronuncie el cuerpo médico forense de la Corte Suprema de Justicia respecto del estado de salud actual de Britos, para el cumplimiento de la condena en una unidad del Servicio Penitenciario Federal.
Para ello, los magistrados solicitaron en carácter de “urgente” la realización de una junta médica integral e informaron que la lectura de los fundamentos de la sentencia se desarrollará el 12 de marzo próximo a las 13.También dispusieron hacer lugar al pedido de destitución de Britos como oficial retirado de Gendarmería Nacional solicitado por el Ministerio Público Fiscal para que, una vez firme la sentencia, se remita copia de los fundamentos al Ministerio de Seguridad de la Nación para tal fin.Previamente, el Tribunal había escuchado por la mañana las últimas palabras de Britos, quien ratificó sus declaraciones anteriores y avaló “lo actuado y lo dicho” por su abogado defensor durante el juicio.Wenceslao y Martha Cornejo se casaron en 1960 en Mendoza. Junto con sus dos hijas, se fueron a vivir a La Rioja, atraídos por el trabajo de Monseñor Angelelli. El 24 de julio de 1976 un grupo de tareas del Ejército lo acribilló en el umbral de su casa, delante de su esposa e hijas. Su asesinato fue parte de la represión dirigida contra el obispado de La Rioja.