Venezuela confirmó este miércoles “la liberación y retorno a su patria” del empresario colombiano Álex Saab, señalado como presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro, en el marco de un intercambio de prisioneros con Washington que incluyó a diez estadounidenses que estaban encarcelados en el país caribeño y en medio de un alivio de las tensiones bilaterales.
“Su libertad es un símbolo de victoria”, celebró el gobierno de Maduro en el comunicado que informó la liberación de Saab, detenido en 2020 en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021.
Saab, nacido en Barranquilla, Colombia, en 1971, llegó esta tarde al aeropuerto internacional de Maiquetía, Venezuela, acompañado por el presidente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento) y jefe de la delegación del oficialismo venezolano en las negociaciones con la oposición, Jorge Rodríguez, según imágenes transmitidas por la televisora Telesur.
De allí fue trasladado al palacio presidencial de Miraflores, donde lo recibió Maduro. “Quiero darle la bienvenida a este hombre valiente; después de 1.280 días de secuestro, ha triunfado la verdad”, dijo el mandatario.
La fiscalía estadounidense acusaba a Saab y a su socio, el prófugo colombiano Álvaro Pulido, de transferir 350 millones de dólares obtenidos ilegalmente en Venezuela para blanquearlos a través de Estados Unidos.
De acuerdo con la acusación, Saab había sido informante de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) y había brindado información sobre sobornos pagados a funcionarios venezolanos.
En cambio, la sospecha de que haya sido testaferro de Maduro, señalada por dirigentes opositores venezolanos y funcionarios estadounidenses, no formó parte de la acusación formal ante la justicia de Estados Unidos.
La situación de Saab enfureció al gobierno venezolano, que solo después de su arresto en Cabo Verde sostuvo que el empresario ejercía funciones diplomáticas para Caracas y que Washington no respetó su inmunidad.
Hace un año, sin embargo, la justicia estadounidense resolvió que Saab no había podido “probar” su estatus diplomático.
Con todo, el empresario acabó convirtiéndose en una moneda de cambio para Maduro, que exigía su puesta en libertad para desbloquear y avanzar en las negociaciones con la oposición.
“El pueblo lo recibe con orgullo luego de haber sufrido tres años y medio de detención ilegal bajo tratos crueles, inhumanos y degradantes, violando sus derechos humanos y la Convención de Viena que le confiere inmunidad diplomática”, afirmó hoy el gobierno venezolano.
“Hoy se rompe el eslabón de esta injusticia que nos obliga a reafirmar una vez más la exigencia unánime de Venezuela toda para que cese de forma definitiva, inmediata e incondicional el criminal bloqueo que el gobierno de Estados Unidos impone contra todo el pueblo venezolano”, agregó en el comunicado.
Casi en simultáneo, la Casa Blanca comunicó que el presidente Joe Biden decidió “indultar” a Saab, a cambio de diez estadounidenses presos en territorio venezolano.
Como parte del acuerdo, Venezuela extraditó a Leonard Glenn Francis, conocido como Fat Leonard, un empresario malasio que se declaró culpable en el peor escándalo de corrupción en la historia de la Armada de Estados Unidos, informaron altos funcionarios estadounidenses, según la agencia de noticias AFP.
Horas antes, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, había anticipado que iba a haber “buenas noticias” sobre los estadounidenses presos en Venezuela.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a comienzos de 2019, cuando Washington desconoció el mandato que inició entonces Maduro, por considerar que surgió de elecciones irregulares.
En esa época gobernado por el antecesor de Biden, Donald Trump, Estados Unidos fue uno de los primeros en reconocer como mandatario interino al opositor Juan Guaidó, que se autoproclamó presidente con apoyo de la AN, que entonces tenía mayoría adversa al chavismo. Télam