Aunque los focos ígneos habían sido contenidos desde hacía un mes, los brigadistas persistían en sus labores de enfriamiento para prevenir la aparición de nuevos puntos de ignición.
El incendio que devastó el Parque Nacional Los Alerces fue extinguido en su totalidad, según anunció el gobernador Ignacio “Nacho” Torres en un comunicado difundido en sus redes sociales. El fuego se desató a fines de enero y consumió casi 7.000 hectáreas de bosque nativo.
A pesar de que las autoridades habían declarado el control de los focos ígneos el pasado 21 de febrero, la persistencia de brasas encendidas y zonas calientes mantenía en vilo la posibilidad de que el fuego resurgiera. Por ello, se mantuvo la «guardia de cenizas», una etapa crucial para evitar cualquier reactivación del incendio.
El alivio por la extinción del fuego se ve empañado por las sospechas que rodean su origen. Desde hace semanas, las autoridades han señalado la posibilidad de que el incendio haya sido intencional, y las investigaciones en curso parecen confirmar esta hipótesis. El intendente del Parque Nacional Los Alerces, Danilo Hernández Otaño, afirmó que «por las características, el fuego fue provocado», mientras que el gobernador Torres señaló a ciertas organizaciones mapuches como posibles responsables.
La Policía Federal Argentina recuperó evidencia relevante en su búsqueda por esclarecer el origen de las llamas, realizando operativos tanto dentro del Parque Nacional como en áreas cercanas, como el barrio Valle Chino en Esquel. Sin embargo, el hermetismo que rodea a la investigación deja aún muchas incógnitas sin resolver.