Los cambios en la memoria y la conducta pueden ser signos de demencia. Desde problemas para realizar tareas cotidianas hasta la pérdida de objetos personales, a qué señales prestar atención.
En un mundo lleno de estrés, es común experimentar olvidos ocasionales, como olvidar nombres o no recordar dónde se dejó un objeto. Sin embargo, los problemas persistentes con la memoria podrían sugerir algo más grave, como indicios de la enfermedad de Alzheimer.
Las 10 señales tempranas de Alzheimer abarcan desde la pérdida de memoria reciente, la dificultad para planificar y resolver problemas, inconvenientes para completar tareas cotidianas, desorientación en tiempo y lugar, cambios en la visión, dificultad para seguir o mantener una conversación, perder objetos con frecuencia, experimentar un deterioro en la toma de decisiones, mostrar apatía o desinterés en actividades sociales o pasatiempos, y, finalmente, pueden aparecer cambios en la personalidad y el estado de ánimo, que incluyen ansiedad, desconfianza o irritabilidad en distintas situaciones.
El Alzheimer afecta principalmente al cerebro, dañando las neuronas e impidiendo que realicen sus funciones hasta morir, en un proceso conocido como neurodegeneración. Los síntomas principales son cognitivos y conductuales, incluyendo problemas de memoria, desorientación y confusión, siendo la causa más común de demencia en adultos mayores. La prevalencia de esta enfermedad se incrementa significativamente con la edad; a partir de los 65 años, se duplica cada década de vida.
¿Cuáles son las etapas del Alzheimer?
- Fase preclínica: La enfermedad de Alzheimer comienza mucho antes de que los síntomas sean evidentes. Esta etapa se llama enfermedad de Alzheimer preclínica y por lo general se identifica solo en entornos de investigación. No se notan síntomas durante esta etapa.
- Deterioro cognitivo leve debido a la enfermedad de Alzheimer
- Enfermedad de Alzheimer leve
- Enfermedad de Alzheimer moderada
- Demencia debido a la enfermedad de Alzheimer severa. Demencia es un término usado para describir un grupo de síntomas que afectan las habilidades intelectuales y sociales con la suficiente gravedad como para interferir en el funcionamiento diario.
Según la Asociación de Alzheimer de Estados Unidos, durante la etapa de Alzheimer leve la persona puede desenvolverse de forma independiente. Es posible que pueda conducir, trabajar y participar de actividades sociales. A pesar de esto, puede sentir que tiene episodios de pérdida de memoria, que incluyen olvidarse palabras familiares o perder objetos cotidianos. Y son los amigos, familiares y otras personas allegadas quienes comienzan a notar las dificultades.
“Si bien el inicio del Alzheimer no puede detenerse ni revertirse todavía, un diagnóstico temprano puede permitirle a la persona la oportunidad de vivir bien con la enfermedad tanto como le sea posible y hacer planes para el futuro”, aclaró la asociación.
De acuerdo a la Clínica Mayo, una buena estrategia es detectar los primeros cambios cerebrales asociados con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias antes de que se afirmen, similar a la medida de prevención de tratar la enfermedad cardíaca antes de que ocurra un ataque cardíaco.
Los 10 síntomas tempranos del Alzheimer
La Asociación de Alzheimer de Estados Unidos una lista de síntomas de este tipo y otros de demencia. Cada persona puede experimentar una o más de estas señales a grados diferentes. De cada señal determinó cómo se manifiesta en el Alzheimer y de qué otra manera se presenta si es solo un tema asociado a la edad.
1. Cambios en la memoria
Una de las señales iniciales y más comunes del Alzheimer es el olvido de información recién aprendida. Esto va más allá de los olvidos comunes y temporales que ocurren con la edad; en las primeras etapas, los afectados suelen olvidar eventos recientes o información importante, como fechas y citas.
Esta pérdida de memoria puede llevar a una creciente dependencia de recordatorios externos, como notas o dispositivos electrónicos, o del apoyo de familiares.
La Fundación Pasqual Maragall para la Investigación sobre el Alzheimer afirmó que en las primeras fases de la enfermedad, las personas afectadas pueden repetir en bucle una misma pregunta y no recordar que ya la habían hecho y se les había respondido. O regresar sobre un mismo tema una y otra vez. “Sin embargo, no tienen problemas para rescatar recuerdos de cuando eran jóvenes o conocimientos que han adquirido a lo largo de la vida hasta fases mucho más avanzadas”, definió la institución.
2. Problemas para planificar o resolver situaciones comunes
Otra señal relevante es la dificultad para seguir conversaciones o resolver problemas que antes eran manejables sin esfuerzo. Actividades cotidianas como preparar una comida siguiendo una receta o administrar las cuentas del hogar pueden volverse tareas arduas y confusas. La concentración también suele disminuir atención, al igual que la capacidad de prestar a detalles, lo cual alarga el tiempo necesario para realizar tareas familiares.
Además, pueden cometer errores repetitivos al realizar operaciones simples, como sumar o reiniciar, que antes realizaban fácilmente. Estos problemas afectan no solo la vida doméstica, sino que pueden repercutir en el ámbito laboral y personal, especialmente en situaciones que requieren habilidades organizativas.
3. Dificultades para desempeñar tareas comunes
Completar actividades habituales puede tornarse difícil a medida que el Alzheimer avanza. Esto incluye tareas cotidianas como llegar a lugares familiares, recordar las reglas de un juego conocido o administrar el presupuesto del hogar. La pérdida de habilidades para realizar estos procesos afecta directamente la independencia de las personas y es una señal clara del deterioro cognitivo.
La pérdida de habilidades para realizar tareas cotidianas puede generar frustración tanto en los afectados como en sus familiares. Esto puede llevar a sentimientos de vergüenza o retraimiento en las personas con Alzheimer, que optan por evitar estas actividades, lo cual agrava su desorientación y aislamiento.
4. Tener problemas de desorientación de tiempo o lugar
Las personas que padecen Alzheimer pueden experimentar confusión con respecto al tiempo y el lugar. Pueden olvidar fechas, temporadas o la secuencia de los acontecimientos, lo que les dificulta comprender algo si no está ocurriendo en el momento presente. Esto también incluye perder la noción de dónde se encuentran o cómo llegaron a ese lugar, generando desorientación y angustia.
“Se presentan problemas de orientación espacial, incapacidad para calcular las distancias, reconocer entornos o localizar objetos”, dijo la Fundación Pasquall Maragall. Un cambio típico de la edad, en cambio, es confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después.
5. Cambios en la visión
Los cambios visuales son otro síntoma temprano del Alzheimer, afectando la capacidad para juzgar distancias, percibir colores y contrastes o reconocer objetos con claridad. Esto puede dificultar actividades como conducir, leer o incluso reconocer el entorno. En algunos casos, se confunde con problemas de visión propios de la edad, como las cataratas, aunque las dificultades visuales en el Alzheimer suelen ser más amplias.
Las limitaciones visuales pueden complicar la autonomía de las personas en sus actividades diarias. Esta pérdida de la capacidad visual puede causar situaciones peligrosas, especialmente en el tráfico, donde juzgar mal las distancias o la velocidad de otros vehículos puede provocar accidentes.
6. Dificultades para seguir una conversación
El Alzheimer afecta la comunicación verbal y se manifiesta en una creciente dificultad para participar en conversaciones. Las personas pueden quedarse en silencio sin saber cómo continuar o repetir constantemente lo que dicen. También suelen tener problemas para encontrar palabras precisas, lo que dificulta expresar sus ideas de forma clara y coherente.
A medida que se deterioran sus habilidades lingüísticas, los afectados pueden usar términos imprecisos o confundir palabras. Por ejemplo, pueden llamar a un lápiz “palito para escribir”. Este tipo de errores afecta su interacción social, aumentando su frustración y la de quienes los rodean.
7. Perder objetos
La tendencia a colocar objetos fuera del lugar habitual es un síntoma frecuente en el Alzheimer. Las personas pueden olvidar dónde dejaron objetos de uso cotidiano y, al no encontrar una explicación lógica, pueden llegar a acusar a otros de robarlos. Esta situación se agrava con el tiempo, y la pérdida de objetos se vuelve cada vez más frecuente y frustrante.
La incapacidad para rastrear sus propios pasos contribuye a su desorientación y confusión, afectando su autoestima y su relación con los demás. Los familiares y cuidadores suelen enfrentar desafíos al tratar de calmar a la persona afectada, que puede experimentar ansiedad y desconfianza.
8. Cambios en la toma de decisiones
Por ejemplo, es posible que las personas afectadas regalen grandes cantidades de dinero o presten menos atención al aseo personal. En cambio, tomar una mala decisión de vez en cuando puede ser algo típico de la edad.
9. Pérdida de iniciativa o apatía
Otra señal temprana es la falta de iniciativa para realizar actividades sociales, pasatiempos o proyectos laborales. Las personas pueden perder interés en seguir los avances de su equipo deportivo favorito o en participar en actividades que antes disfrutaban, lo cual impacta en su bienestar emocional y social. Esta apatía es un signo de alarma cuando afecta aspectos significativos de su vida.
Un estudio del 2023 publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease encontró que la apatía puede incluso ser una señal de que alguien está empeorando desde un deterioro cognitivo leve a la enfermedad de Alzheimer. También pueden evitar formar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado. Otra cosa es, a veces, sentirse cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales, que puede ser propio de la edad.
10. Cambios en el humor o la personalidad
El Alzheimer puede provocar cambios en la personalidad y el estado de ánimo de la persona afectada, que se vuelve más ansiosa, temerosa o incluso agresiva en circunstancias que antes no le molestaban. Estas alteraciones pueden surgir sin motivo aparente y se manifiestan en distintos contextos, como en el hogar o en situaciones sociales.
Las personas con Alzheimer u otra demencia pueden llegar a sentirse confundidas, deprimidas, temerosas o ansiosas. A diferencia de ellas, un cambio típico de la edad es desarrollar maneras muy específicas de hacer las cosas y enojarse cuando la rutina es interrumpida.
¿Qué hacer si se presentan estos síntomas?
Lo primero que debe hacer la persona es ir a un neurólogo, quien lo revisará y lo evaluará con distintos exámenes: análisis de sangre, control de la vitamina B12 (puede ser causa de síntomas cognitivos), de la hormona tiroides (también cuando funciona de menos puede dar síntomas cognitivos). “Estas son todas causas reversibles de deterioro cognitivo.
“También se verán todos los factores de riesgo vascular: obesidad, sedentarismo, tabaquismo, consumo de drogas ilícitas y alcohol, presión alta, diabetes, colesterol alto”, indicó el doctor Cáceres.
Y añadió: “La evaluación neurocognitiva o neuropsicológica consiste en una serie de tests donde se evalúa la memoria, la concentración y el lenguaje. Los resultados de cada test se comparan con los de personas de la misma edad y del mismo nivel educativo que el paciente y ahí está la verdad si el paciente tiene o no deterioro cognitivo”.