En las fiestas de Fin de Año, pueden llegar a cometerse excesos, por lo cual es importante seguir ciertos consejos para cuidar nuestra salud.
El estrés, la angustia, la ingesta de alcohol y los excesos alimentarios inciden en el aumento alarmante de la tasa de infarto y mortalidad cardíaca en vísperas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo y se trata de un fenómeno que es conocido como el “Efecto del Día Festivo”.
Así lo expresó Dr. Sergio Baratta, (M.N. 84.674), quien, además comentó que una investigación realizada en Suecia demostró un incremento de la tasa de infarto de un poco más de un tercio durante las Fiestas. Por ello, hay que consultar precozmente ante la presencia de dolor de pecho de inicio súbito, falta de aire, palpitaciones o pérdida de sensibilidad o movilidad, trastorno del habla o de la visión.
En relación al “Efecto del Día Festivo”, Baratta, quien es el jefe de Cardiología del Hospital Universitario Austral, señaló: “Una explicación posible es el aumento de la vulnerabilidad emocional y el estrés agudo, sumado a los excesos alimentarios, la ingesta de alcohol y las quemaduras por uso de pirotecnia de venta masiva”.
“Los sentimientos de soledad, angustia y tristeza por frustraciones personales o por la ausencia de seres queridos, suelen ser prevalentes previo al evento cardiovascular y, sumado el estrés agudo, genera una activación súbita de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial y favorece el desarrollo de arritmias”, añadió.
Las sugerencias del especialista para cuidar el corazón
El cardiólogo dijo que el bienestar y los cuidados de salud se basan en una vida balanceada, a la vez que manifestó que las sugerencias para evitar desajustes médicos son simples. “Es importante disfrutar de las fiestas en términos humanos y no alimentarios, es importante tener límites sanadores, aprender a decir que no y evitar los excesos alimentarios”, aclaró.
Para cuidar el corazón en esta época del año, Baratta dio las siguientes sugerencias:
- Respetar las horas de descanso.
- Mantener la práctica de ejercicio.
- Evitar fumar o intentar abandonar el tabaco.
- Planificar la ingesta de alimentos desde los días previos -y posteriores- a las Fiestas, para limitar el balance positivo calórico.
- Pensar en un menú rico con diferentes opciones según las personas invitadas y tratar de balancear las cantidades.
- Limitar el uso de sal (en la cocción de los alimentos y en la mesa) y la ingesta de pan.
- Moderar la ingesta de bebidas alcohólicas (no más de dos copas en el hombre y una en la mujer) y de bebidas azucaradas. Beber más agua, especialmente en este contexto de temperaturas elevadas.
- No suspender los medicamentos habituales y preguntar al médico por las interacciones con bebidas alcohólicas, especialmente por fármacos sedantes, anticonvulsivantes, psicotrópicos.
- Tomarse un tiempo para meditar.
- Recordar el sentido profundo de las Fiestas: valorar el encuentro amigable con las personas queridas y acercarse afectivamente y con palabras de empatía a quienes atraviesan un momento de vulnerabilidad.
Los 4 tips básicos para cuidar la salud según el especialista
1- Mantener una dieta sana, no fumar, practicar actividad física regular y consultar oportunamente al médico. No obstante ello, no es suficiente brindar información si las personas no adhieren y transforman las conductas saludables en un forma de vida. El cuidado físico, psíquico y espiritual requiere conciencia y hábitos sostenidos y ese debería ser un objetivo de largo plazo. Dado que dichas metas no siempre se alcanzan o no son sencillas de adecuar a unos pocos días, el objetivo secundario durante las fiestas sería no potenciar los desajustes o eventualmente reducir al mínimo los daños. En este sentido es importante una preparación previa, implementar algunas medidas sencillas durante los días festivos y los días posteriores si algún exceso hemos tenido.
2- Los días previos son un buen momento para un menú saludable, aumentar la ingesta de frutas, hortalizas y verduras, agregar cereales preferentemente integrales y reducir los azúcares simples, las grasas saturadas, la ingesta de alcohol y el agregados de sal. Es importante destacar el alto contenido de sodio fuera del salero en los productos envasados, quesos y embutidos. El ayuno los días previos no es una alternativa aconsejable. Reducir las porciones y no repetir son una buena estrategia. Es importante mantener una adecuada hidratación y efectuar una actividad física de baja a moderada intensidad. Prepararse emocionalmente, reducir la intensidad laboral y tomarse un tiempo para pensar.
3- Durante los días festivos es fundamental comer y beber con conciencia, masticando lentamente y no sobrecargarse de alimentos cuando se haya alcanzado la saciedad. No hay alimentos prohibidos salvo enfermedad específica, sólo hay que comer con moderación. Son importantes algunas sugerencias en aquellas personas que están tratadas con medicamentos que no deben suspenderse por decisión propia. Evitar la deshidratación en caso de recibir diuréticos o medicación antihipertensivos. Cuidado con la interacción de fármacos sedantes, hipnóticos, anticonvulsivantes o psicotrópicos con la ingesta de alcohol y más aún ante la falta de descanso o si conduce un automóvil.
4-Los pacientes diabéticos deben evitar no sólo la sobrecarga de hidratos de carbono sino también la de alcohol y ajustar la dosis de insulina según las indicaciones del médico. La ingesta de alcohol es inconveniente ante la presencia de arritmias cardíacas, hipertensión arterial, antecedentes de gota o insuficiencia cardíaca.
Recomendaciones para los días posteriores a las Fiestas
El médico señaló que los días posteriores a las Fiestas son fundamentales para la detoxificación ante los excesos: reducción de la ingesta calórica, alimentos naturales, ingesta de agua, descanso físico y actividad física de poca intensidad.
“El organismo es sabio y siempre intentará corregir los desajustes a pesar de nuestras decisiones. No nos aprovechemos de su nobleza y tratemos de no llevarlo al límite, sobre todo cuando tenemos antecedentes metabólicos o cardiovasculares”, dijo.
Finalmente, indicó: “Los excesos explican muchos de los malestares y el aumento de las consultas médicas. Más que nunca, hay que condimentar estos encuentros festivos con una dosis óptima de templanza, empatía y misericordia, y mucho pero mucho amor y como dice el refrán ‘Que tu alimento sea tu medicina’”.