Se trata del descenso más pronunciado en la historia de Argentina, con una tasa de fecundidad que bajó un 34% en casi el mismo período, explicaron especialistas.
Los embarazos adolescentes disminuyeron un 55% de 2015 a 2020. Es decir que cada año bajó un promedio de 60.000 personas gestantes de hasta 20 años.
«Esto se viene sosteniendo y se explica, como hipótesis preliminar, por la aplicación del Plan ENIA de prevención del embarazo no intencional, con más disponibilidad de equipos y métodos anticonceptivos, sobre todo en las regiones del NOA y NEA, que eran los que tenían más alta», explicó a Télam, la directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva, Valeria Isla.
Se trata del descenso más pronunciado en la historia de Argentina, con una tasa de fecundidad que bajó un 34% entre 2014 y 2019. La especialista señaló que «en 2019 la tasa general de nacimientos en menores de 20 años era de 40,7% sobre 1.000 nacimientos, y en el 2020 bajó a 30,3%».
Esto se suma a lo reportado por el informe «Políticas para Prevención del Embarazo Adolescente Basadas en Evidencias» del Ministerio de Salud de la Nación, donde se informó que en el 2020 fueron madres 53.000 adolescentes pero «7 de cada 10 embarazos siguen sin ser deseados ni planificados».
«Hay un descenso de los embarazos adolescentes y eso es muy importante, pero hay que seguir haciendo foco en la no intencionalidad. La evidencia indica que el embarazo no intencional en la adolescencia es un problema por eso es importante acompañar a los adolescentes para que puedan vivir su sexualidad, que tengan información y métodos anticonceptivos, por eso la ESI es tan importante», sostuvo Isla.
«Hay estudios sobre el impacto económico del embarazo en la adolescencia y es muy impresionante la variación en la trayectoria de vida de esas personas que han tenido hijos en edades tempranas respecto a aquellas que han podido postergar esa situación. Toda la evidencia muestra que es importante bajar el embarazo no intencional en la adolescencia», concluyó.
Fuente: FiloNews