«Recién intentamos matar a Cristina»; «el arma es mía» y «mi empleado le quiso disparar», son algunos de los mensajes que envió Nicolás Carrizo la noche en la que Fernando Sabag Montiel le gatilló dos veces a la presidenta del Senado. Los abogados de CFK solicitaron que a los integrantes de Los Copitos también se los procese con la figura de asociación ilícita y que se ordene un peritaje caligráfico del manuscrito sobre la Regla Tueller, hallado en la casa de Brenda Uliarte.
«Recién intentamos matar a Cristina», le escribió Gabriel Carrizo a un tal «Kevin Bargas 2» a las 23.17 del 1 de septiembre, es decir, dos horas después del intento de magnicidio. «Mi empleado. Le quiso disparar. Va a ir preso», siguió el dueño de la máquina de hacer copos de azúcar, en alusión a Fernando Sabag Montiel. «El arma es mía amigo. Te lo juro por dios. Estamos con el grupo. Todos juntos», agregó. Y redobló envalentonado: «Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo. Bueno amigo el que la va a matar seguro va a ser un amigo o voy a ser yo. Recordá esta fecha. Esta hdp ya está muerta».
Las impactantes frases aparecieron en un análisis del celular de Carrizo que hizo la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), un organismo del Ministerio Público Fiscal. Las detectó la querella de CFK, pero parece que al juzgado de María Eugenia Capuchetti hasta ahora se le habían pasado por alto pese a que el informe está en la causa hace cerca de un mes. Para los abogados de la vicepresidenta, José Manuel Ubeira y Marcos Alzazábal el hallazgo demuestra que Carrizo lejos de estar haciendo bromas y repartiendo ironías –como quiso argumentar en su indagatoria– tuvo un papel de «líder en la planificación del ataque» y que operó una «asociación ilícita», figura que piden que se aplique. Le requirieron al juzgado que vuelva a indagar a Carrizo como coautor del intento de homicidio (fue procesado como cómplice) así como a Sabag Montiel y Brenda Uliarte, teniendo en cuenta que esas y otras conversaciones no habían sido incorporadas a los interrogatorios anteriores.
La propia Cristina Fernández de Krichner compartió la presentación judicial en su cuenta de Twitter. «El mensaje que estás viendo («Recién intentamos matar a Cristina») surge del celular de Gabriel Carrizo, el tercer detenido por el intento de asesinato en la puerta de mi casa. Las conversaciones que mantuvo esa misma noche con sus contactos prueban su rol como coautor», escribió CFK. El escrito vuelve a advertir que Capuchetti no investiga las pistas sobre «Nueva Centro Derecha», la agrupación de Hernán Carrol, y sobre Gerardo Millman, pero que incluso «mientras tomaba decisiones que frustraban las investigaciones» contra ambos su «juzgado se había convertido en escenario» de un desfile de testigos de la defensa de Carrizo que «había estudiado sus guiones» y no profundizaba nada respecto del trío que componía con Sabag Montiel y Uliarte.
Fuente: Página 12