La Bombonera enfrenta un nuevo obstáculo: el PRO de Macri busca declararla patrimonio histórico.
El clima en Boca Juniors no da tregua. Tras la reciente llegada de Fernando Gago como director técnico, la política nacional vuelve a ser un obstáculo en el camino del club. La emblemática Bombonera, un símbolo del Xeneize, se encuentra en el centro de un intenso debate que podría definir su futuro.
Un proyecto polémico en la Legislatura
El PRO, liderado por Mauricio Macri, ha presentado un proyecto que propone declarar al Estadio Alberto J. Armando como monumento histórico. Esta iniciativa, que fue discutida en la Comisión de Planeamiento Urbano y la Comisión de Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad de Buenos Aires, tiene implicaciones graves para la ampliación del estadio.
Legislatura porteña
Si se aprueba, La Bombonera no podría ser modificada, frenando los planes de expansión que la actual dirigencia busca implementar. La reciente derrota electoral del PRO parece haber encendido aún más las tensiones, llevando a algunos a actuar en un intento por recuperar terreno perdido.
La respuesta de Boca Juniors
Ante esta amenaza, la dirigencia del club, encabezada por Juan Román Riquelme, no se ha quedado de brazos cruzados. Boca Juniors ha enviado una carta a la Legislatura solicitando que el estadio sea excluido de este catálogo de inmuebles protegidos. En su mensaje, destacan que la protección del estadio, aunque honrosa, podría generar «trabas administrativas» que complicarían las obras de ampliación ya proyectadas.
La propuesta de ampliación
El objetivo de Boca es ambicioso: aumentar la capacidad de La Bombonera de 54,000 a 84,000 espectadores. Este plan incluye trasladar el estadio unos ocho metros hacia el lado de las vías, aprovechando el único espacio disponible para una cuarta bandeja. Sin embargo, la aprobación del proyecto de ley en cuestión podría hacer que estos planes se frustren, lo que descontentaría a una base de hinchas cada vez más exigente.
Un contexto electoral complejo
La situación es aún más delicada si se considera el contexto político. La lista de Macri y Andrés Ibarra, derrotada en las últimas elecciones de Boca, parece estar utilizando esta jugada como una manera de obstaculizar la gestión actual. Con la Bombonera bajo la protección del patrimonio histórico, cualquier intento de ampliación quedaría en un limbo administrativo, aumentando la presión sobre la dirigencia.
La lucha por el futuro de La Bombonera
La propuesta de Macri, que incluye no solo a La Bombonera sino también a varias casas vecinas en Del Valle Iberlucea, puede parecer un reconocimiento al patrimonio, pero muchos ven en ello una estrategia para socavar la capacidad de Boca de expandirse y adaptarse a la creciente demanda de su afición.
La comunidad boquense se encuentra en un punto crítico, donde el futuro de su amado estadio pende de un hilo. Las decisiones que tome la Legislatura en los próximos días serán cruciales para determinar si la Bombonera podrá seguir siendo el corazón de Boca Juniors o si se verá forzada a permanecer en un estado de estancamiento.