El delantero Kylian Mbappé volvió a entrenar este domingo con Paris Saint Germain y alimentó los rumores de una posible renovación de contrato, tras dos meses de una ruptura en las relaciones entre el futbolista y el club parisino.
¿Es el inicio de la reconciliación? Después de un pulso de varias semanas con su estrella, el PSG decidió reintegrar a Kylian Mbappé en el seno del primer equipo, una señal de acercamiento de posturas entre las dos partes.
Un día después del soporífero empate concedido por los parisinos ante el Lorient en el Parque de los Príncipes en la primera fecha de la Ligue 1 (0-0), el club de la capital y el campeón del mundo de 2018 parecen haber limado asperezas.
Por el momento parece arriesgado vaticinar si se trata de un acercamiento sin mayores consecuencias o es un primer paso hacia un futuro acuerdo, pero en todo caso se trata de un paso adelante hacia la resolución de una crisis que amenazaba por perturbar la temporada del PSG.
«Después de conversaciones muy constructivas y positivas entre el París Saint-Germain y Kylian Mbappé antes del partido PSG-Lorient, este sábado 12 de agosto, el jugador fue reintegrado en el primer equipo para el entrenamiento de esta mañana», indicó el PSG en un comunicado.
Mbappé y el PSG mantenían un pulso encarnizado desde el envío en junio de un correo por el capitán de la selección francesa anunciando su voluntad de irse al término de su contrato, que expira en junio de 2024, sin prolongarlo. Una eventualidad considerada inaceptable por los dirigentes parisinos.
«Nosotros queremos que se quede, podemos repetirlo dos o tres veces. Pero no puede irse gratis. No es negociable», había lanzado el presidente Nasser Al-Khelaifi el 5 de julio.
El PSG decidió entonces apartar a su delantero del grupo del primer equipo, privándolo de realizar la gira de pretemporada en Japón y Corea del Sur.
Mbappé tampoco entró en la convocatoria para la primera fecha de la Ligue 1, el sábado contra el Lorient (0-0). Pero sí se le vio en el palco del Parque de los Príncipes, sonriente y relajado al lado de la última incorporación del club, el delantero francés Ousmane Dembélé, con el que se proclamó campeón del mundo en 2018 con los Bleus.
Un caso diferente al del brasileño Neymar, al que el club le abre las puertas de salida de par en par y que no se dejó ver en el recinto parisino.
Sin perder la calma
«Bienvenido a tu casa, hermano, muy feliz de verte aquí, la aventura comienza», había escrito Mbappé a Dembélé en Instagram.
Aunque sin realizar declaraciones desde el envío de su correo al club, Mbappé no ha dejado de mostrar una serenidad a toda prueba en sus apariciones públicas, firmando autógrafos pacientemente en sus llegadas al centro de entrenamiento del PSG en Poissy, demostrando que permanecía plenamente implicado en la vida del club.
Las carencias ofensivas constatadas el sábado ante el Lorient quizá han llevado a los dirigentes cataríes del club a una felixibilización de su medida de apartar al máximo goleador de la historia del PSG, que estará disponible para la visita al Toulouse el 19 de agosto, aunque sólo ha disputado un partido amistoso en los dos últimos meses, contra Le Havre.
Desde el PSG se considera que la intransigencia mostrada en este dosier empieza a revelarse acertada.
«La institución PSG nunca fue tan fuerte», explican fuentes del club, citando especialmente la suspensión de Leo Messi por su viaje no autorizado a Arabia Saudita a finales de la temporada pasada, la no renovación del contrato del argentino, la posible marcha de Neymar, la inauguración del nuevo centro de entrenamiento, o las apuestas por los jóvenes jugadores.