El canal francés Bein Sports mostró un anticipo de la entrevista que publicará el sábado en la que el crack argentino habla de su paso por el PSG. La ilusión de su arribo, la pasión de los fans y el quiebre que lo llevó a irse.
Parecía que el PSG era el destino ideal para Lionel Messi tras su dramática salida del Barcelona. La pasión de sus fanáticos, mucho más encendidos que los catalanes, la poderosa billetera del club parisino, los cracks de la plantilla y su gran amistad con figuras como Neymar daban la esperanza de una nueva etapa gloriosa en Europa. Pero todo eso se esfumó y a dos años de su arribo, Leo se marchó sin querer regresar nunca más.
El gran conflicto fue con la hinchada. Más bien con un sector conocido como los ultras, que a partir de los flojos rendimientos del equipo que aspiraba a ganar la Champions League y ni siquiera llegó a las semifinales, tomó a Messi como el gran responsable. No importaban los goles, ni las asistencias, ni el rendimiento del argentino. Simplemente se convirtió en el villano al que había que castigar.

Y un día Leo dijo basta y se fue. Pero antes de despedirse definitivamente dio una última entrevista, con el canal Bein Sports y habló de todo lo que fue su ciclo en la capital de Francia. «Desde el principio el recibimiento fue muy lindo, como lo dije y después yo no, una parte del público de París empezó a tratarme diferente, hubo un quiebre con gran parte de la afición del París, no fue mi intención ni mucho menos, se dio así», contó.
Luego, se refirió al maltrato que los hinchas le dieron a todos los refrentes del club, por más que fueran figuras internacionales: «Antes había pasado con Mbappé y con Neymar también, es su manera de actuar...».

«Me quedo con toda la gente que me respetó, como lo hice yo con toda la gente desde que llegué y nada más», agregó.
En lo personal para Messi, su mudanza a París también fue muy complicada. Acostumbrado a vivir tantos años en Barcelona, debió cambiar completamente de contexto y su nuevo hogar no resultó tan cómodo como había imaginado: «Mi estadía en el París comenzó con una adaptación muy difícil, mucho más de lo que esperaba, más allá de que tenía gente conocida en el vestuario».

En lo deportivo tampoco fueron sencillos aquellos primeros días en el nuevo país: «Fue difícil la adaptación, el cambio, llegar tarde, no tener pretemporada, adaptarme al nuevo club, a la nueva manera de jugar, nuevos compañeros, la ciudad… No fue fácil ni para mí, ni para mi familia».
«Vine a París porque me gustaba el club, tenia amigos, mucha gente conocida dentro del vestuario, compañeros de Selección, compañeros que ya había conocido. Me parecía que más allá de lo que era el club iba a tener una adaptación más fácil que en cualquier otro lugar que pudiera ir”, explicó Messi.
La historia de lo que siguió es conocida: el mal andar del PSG en la Champions y el título de Messi con la Selección en Qatar marcaron una ruptura definitiva que lo llevó a Lionel a ser silbado hasta en sus últimos partidos cada vez que tocaba la pelota. Fue uno de los goleadores de la liga, el jugador con mejor promedio y el máximo asistidor, pero nada de eso importó para los ultras y entonces Leo ya nada tenía que hacer allí.