La directora de la escuela a la que asisten los hijos de Miguel Borja denunció ante la policía que los niños, de 7 y 10 años, habrían sufrido maltrato físico por parte de su padre.
Tras comunicarse con el Servicio Local de Niñez, se ordenó realizar un examen médico a ambos menores en compañía de su madre.
El hijo menor de Borja le habría comentado a sus docentes, en una escuela ubicada en Canning, que tanto él como su hermano son víctimas de maltrato físico por parte de su progenitor.