Había sido hospitalizada hace dos semanas después de ser vulnerada y torturada por dos compañeros de trabajo, falleció este miércoles.
La Red Prestacional Rebagliati, en su comunicado, expresó «con mucho pesar» el fallecimiento de su trabajadora, quien había sido víctima de agresión sexual y violencia física. La enfermera, madre de tres niños, había sido trasladada de urgencia a un hospital de Lima desde Puno, en el sureste del país, debido a la gravedad de su estado.
La agresión sexual tuvo lugar el 31 de marzo en la ciudad de Ayaviri, en la región de Puno, durante una reunión social en la vivienda de la enfermera a la que asistieron dos compañeros sanitarios. Ambos sospechosos se encuentran detenidos por el presunto delito de violación sexual y lesiones graves.
«Exigimos justicia, este crimen no puede quedar impune», expresó un familiar de la víctima en una entrevista con la radio RPP.
El Ministerio de la Mujer también se pronunció sobre el caso, exhortando al sistema judicial a «sancionar sin dilaciones y con todo el peso de la ley a los feminicidas y violadores».
La policía informó que la enfermera fue apuñalada y golpeada con crueldad para poder ultrajarla con sadismo. Las heridas le provocaron la amputación de una pierna en un intento por salvarle la vida, pero lamentablemente no pudo resistir y falleció.
Este trágico suceso se suma a otros casos de violencia de género en Perú, ya que el mismo día en que se anunció la muerte de la enfermera, el gobierno peruano informó sobre la captura en Colombia de un ciudadano venezolano sospechoso de haber quemado viva a su expareja, una mujer de 18 años, en una plaza céntrica de Lima hace unas dos semanas.
De acuerdo con datos oficiales, Perú registró 136 femicidios en 2022, cifra que representa una disminución en comparación con los 146 casos registrados en 2021 y los 138 en 2020. Sin embargo, estos casos recientes de violencia de género han generado una vez más la necesidad de tomar acciones concretas para combatir y prevenir el feminicidio en el país.