Franco Di Pietro, varón trans de 28 años, dio a luz por cesárea esta semana su primer hijo, Facundo, que nació sietemesino en un hospital porteño para alegría de la familia y del activismo LGBT+ que elige comunicar la noticia para reforzar aquello de que los partos no son cosa sólo de mujeres, sino de personas gestantes como dice la ley IVE.
«Estamos muy pero muy felices, nos cambió la vida, es una emoción que no tiene palabras», dijo Hannah Palacios (44), la madre de Facundo, también ella una persona trans.
A pesar de la alegría, Hannah y Franco no pudieron dejar se sentir los efectos del trato inadecuado que les dispensaron algunos integrantes personal de salud en el Hospital Santojanni donde se produjo el parto, que no respetó su identidad de género. «Sigue habiendo mucha discriminación hacia nosotros, más con Franco, que lo trataban de ella todo el tiempo», se quejó.
La joven explicó que «hay mucha gente tóxica que nos juzgan sin conocernos» y los agreden por su decisión de traer un hijo al mundo al que ya aman con todas sus fuerzas, «habiendo pedófilos o madres y padres que abandonan a sus hijos» a quienes no se les reclama nada.
«Yo cuando decía que ‘voy a ser mamá’ y alguna gente me responde ‘no, vas a ser papá’. Incluso dentro del mismo ambiente, cuando digo ‘es mi marido y está embarazado’ me dicen ‘¿pero vos no te hiciste trans porque te gustan los hombres cisgénero?’. Y ahí yo les explico que no pasa por los genitales, pero la gente todavía está muy cerrada», concluyó Hannah.