La mujer aseguró que ella construyó la vivienda para sus cuatro hijos y que su esposo los abandonó para formar una nueva familia.
En los últimos días, una interna familiar y una drástica decisión sacudió a los residentes de Chancay, Perú: una mujer terminó demoliendo su propia casa después de que su exmarido le exija abandonarla ya que las tierras le pertenecen a su padre.
“Nos desalojan porque a mí me está pidiendo el terreno, pero no la edificación, porque eso yo lo he hecho, me ha costado. Ahí está su terreno, la casa no”, comentó Yumiko Ramírez a un medio local, quien aseguró haber construido la vivienda para criar a sus cuatro hijos.
El impactante relato de Yumiko sorprendió a los locales y no tardó en llegar a los medios y redes sociales. Según la mujer, todo comenzó cuando su exesposo la abandonó para comenzar a formar una nueva familia y su suegro la demandó para que ella y sus nietos desalojen la casa, ya que la parcela le pertenecía.
Pese al dificultoso proceso judicial, Ramírez perdió y se dictaminó que su familia debía desocupar la vivienda lo antes posible. “El papá de mis hijos se fue con una mujer casada, mantiene dos hijos y actualmente tiene dos hijos más. Yo tengo documentos en la comisaría, que él se retira voluntariamente, yo no lo he echado”, declaró.
Frente a esta situación de desesperación, la mujer tomó una drástica decisión para defender lo que ella había logrado: demoler la edificación. “A mí me ha costado esfuerzo, me he privado de muchas cosas, incluso a mis hijos. Nosotros hemos pasado un montón de cosas desde que el señor nos abandonó. Tengo que ser fuerte ahora por mis hijos”, expresó.
Además, Yumiko manifestó que, a pesar de que sabe que las tierras no le pertenecen, la vivienda la construyó con “sus propias manos” y con la ayuda de sus padres, ya que su pareja no tenía la plata suficiente para cubrir esos gastos.
La demolición comenzó el 22 de septiembre y, pese a la intervención de la policía local, el hecho generó controversia entre los residentes del distrito de Chancay. Ramírez, en un intento por seguir defendiendo sus derechos, concluyó con tristeza: “Sólo pido disculpas a mis hijos por darle de familia a esa gente que no vale la pena, pero seguiré luchando contra todos esos”.