El diputado de Unión por la Patria y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, se metió en la interna del Partido Justicialista y acusó a dirigentes cercanos al gobernador bonaerense Axel Kicillof de juntar avales para apoyar a Ricardo Quintela.
“Sí, se han juntado varios en la provincia de Buenos Aires”, afirmó el hijo de la expresidenta Cristina Kirchner ante una consulta de si había alguien del entorno de Kicillof que esté militando para el gobernador riojano.
Aunque evitó decir si eso era una “traición” a Cristina Kirchner, Máximo advirtió: “No se hacen esas cosas, no está bien, tenés que tener motivos políticos y tienen que ser ciertos. No les va a salir bien esto”.
“A nosotros que vote la gente es lo que más nos entusiasma. No se si la interna es buena o mala. Si hay que votar, se votará y punto”, aseguró en una entrevista radial y señaló que “el que esté convencido de que (Ricardo) Quintela es una salida para el peronismo irá detrás de Quintela”, mientras que, por otro lado, están “los que entendemos que Cristina es la mejor para el momento”.
“Yo no puedo explicar a los demás, solamente te digo que nosotros laburamos muchísimo para la provincia de Buenos Aires”, sostuvo. Sobre la postulación de la expresidenta, Máximo Kirchner dijo que “ella ve una ausencia de consistencia en cómo discutir el gobierno de Javier Milei”.
Sobre la interna y las luchas de poder en la provincia de Buenos Aires, Máximo Kirchner negó “estar limando” a Kicillof y consideró que “hay situaciones y contextos que creo que tienen que ver más con mezquindades políticas que con realidades”.
Y añadió: “A mí me llamás para debatir y discutir no tengo problema”. En ese sentido, el camporista le recriminó a Kicilloff por no haberlo llamado luego una reunión que mantuvieron en junio pasado junto a otros funcionarios y dirigentes como Eduardo “Wado” de Pedro y Mariano Recalde; Lucía Cámpora; Carlos Bianco (ministro de gobierno de PBA); Agustina Vila y Andrés “Cuervo” Larroque.
“Nos juntamos antes que el gobernador viaje a Italia a ver al Papa. Terminó la charla con idas y vueltas. Y el gobernador dijo ‘apenas vuelvo de Italia los llamó’. Y no sonó el teléfono”, apuntó, aunque también le restó importancia porque “entiende que (Kicillof) tiene una responsabilidad enorme”.
“Si alguien estuviera molesto con algo levanta el teléfono, llama y dice ‘che, no estoy de acuerdo con esto’. Esa gimnasia no estuvo. Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer”, insistió.
También acusó al entorno de Kicillof de victimización y dijo que algunos dirigentes deberían tener un “sindicato de dirigentes políticos” por tantas quejas.