Los elevados precios y la licuación de lo salarios llevaron a que los argentinos modifiquen su economía diaria: recurren a promociones bancarias u optan por discontinuar la compra tanto de alimentos como de productos de higiene.
En medio de una brutal recesión y pérdida del poder adquisitivo, los argentinos cambiaron sus hábitos de consumo y hay productos que dejaron de comprar en los comercios y supermercados. Los elevados precios y la licuación de sus salarios llevaron a modificar, de manera forzada, su economía diaria y recurren a promociones bancarias u optan por discontinuar la compra tanto de alimentos como de productos de higiene.
El relevamiento elaborado por la consultora Scentia reveló que las ventas en supermercados y autoservicios de todo el país cayeron un 12,5% a nivel interanual en junio y acumulan un derrumbe del 8,5% en los primeros seis meses de 2024, lo que refleja el impacto que la pérdida del poder adquisitivo y la recesión tienen en el consumo masivo.
En lo que respecta a los productos que los argentinos dejaron de comprar o remplazan en los comercios, en el último año se encuentran: atún (-10%), queso blanco (-4%), desodorantes ambientales (-3%), snacks (-3%), postres y yogures (-3%).
«Que quiere decir esto, ¿se dejan de vender? no, pero por ejemplo de cada 10 personas que lo compraban ahora lo hacen 9 u 8 y algunos lo remplazan. De todas maneras, hay algunos que sí se sostienen en la dieta porque son necesario y tienen un pequeño crecimiento. manteca (1,1%), harina (0,8%) y la polenta (0,4%)», detalló la periodista Gabriela Carchak en el programa Argentina en Vivo por C5N.
El consumo bajó un 5,6% interanual en julio y se profundiza la recesión
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) advirtió que el índice de consumo disminuyó un 5,6% en julio en la comparación interanual, en el marco de la recesión generada por el gobierno de Javier Milei, aunque subió un 1,8% con respecto a junio.
Un informe de la CAC detalló que entre enero y julio el índice de consumo bajó un 6,2% interanual. En esta línea, también marcó un ingreso nominal de $1.307.000 por hogar en julio, lo que representa «una caída de 17% en su poder de compra».
En tanto, la entidad presidida por Natalio Grinman destacó la baja de la inflación de los últimos meses, que en julio fue del 4% según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). «La reanudación del proceso desinflacionario ha contribuido positivamente a una tímida recuperación desestacionalizada del consumo», expresó. También marcó que se «podría iniciar un paulatino camino ascendente».
En tal sentido, advirtió por el impacto en el valor de las tarifas sobre el Índice de Precios al Consumidor. «La dinámica que tendrán las tarifas y los subsidios a los servicios públicos será fundamental para que la inflación no vuelva a acelerarse y repercuta de forma negativa en el consumo», señaló.