En 2021, la economía mundial no podrá contrarrestar el daño al empleo incurrido durante el año pasado, después de que el Covid-19 eliminó el equivalente a 255 millones de empleos, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En un informe publicado el lunes, la OIT advirtió que, incluso bajo los supuestos más optimistas, las horas laborales seguirán siendo más bajas en comparación con los niveles anteriores a la crisis. Bajo el escenario de referencia de la organización, la economía global cerrará este año con el equivalente a 90 millones de empleos a tiempo completo menos que antes del brote.
«Las señales de recuperación que vemos son alentadoras, pero son frágiles y altamente inciertas», dijo el director general de la OIT, Guy Ryder. «Debemos recordar que ningún país o grupo puede recuperarse solo».
De esta forma, el daño causado por la pandemia en 2020 no tiene precedentes y es aproximadamente cuatro veces mayor que el de la crisis financiera de 2009, aseguró la OIT. No obstante, las pérdidas en el tercer trimestre fueron menos dramáticas que lo estimado previamente, tras un fuerte repunte económico. La reducción de 4,6% en el cuarto trimestre de horas laborales, equivalente a 130 millones de empleos a tiempo completo, también fue inferior a una proyección anterior.
En un escenario pesimista, donde el progreso de la vacunación es lento y el impacto de la pandemia es prolongado, las pérdidas en el mercado laboral se mantendrán en ese nivel en 2021. La perspectiva destaca el contraste entre los sectores más afectados, como la hotelería, los artes y el comercio minorista, que sufrieron daños «masivos», y sectores de servicios altamente calificados que incluso tuvieron un crecimiento en el empleo. Entre los más afectados figuran mujeres, jóvenes, trabajadores independientes y trabajadores poco calificados, dijo la OIT.
Hay «serias preocupaciones» de que esto pueda traducirse en una recuperación desigual, donde «los trabajadores y las empresas que han sido duramente afectados por la crisis se beneficiarán menos de una mejora de las condiciones económicas», según el informe.
Por su parte, América Latina y el Caribe constituyen la región más afectada a nivel mundial en términos de horas trabajadas y de ingresos laborales. Durante los tres primeros trimestres de este año la reducción estimada de las horas fue del orden del 20,9%, mientras que los ingresos por trabajo se contrajeron en 19,3%. Los impactos laborales más significativos en ocupación, desocupación y participación económica se han observado durante el segundo trimestre de este año. Las horas perdidas en esos meses alcanzó al 33,5%.
En conjunto, en los nueve países para los cuales se cuenta con información para el primer semestre de 2020 (que representan alrededor del 80% del empleo total de la región), 34 millones de trabajadores perdieron su puesto de trabajo (algunos de manera temporaria). En términos generales, aunque se registran variaciones entre países, las mujeres, más que los hombres, y los jóvenes (hasta 24 años), más que los adultos, vienen experimentando con mayor intensidad la pérdida de empleo, amplificando de esta manera las brechas laborales previas.