El secretario general de la Asociación del Personal Legislativo buscó abrir un canal de diálogo con la Vicepresidenta tras los casi 60 despidos de las últimas horas.
La vicepresidenta Victoria Villarruel recibió el jueves al secretario general de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Norberto Di Próspero, con el objetivo de aceitar un canal de diálogo entre la Presidencia del Senado y el representante gremial tras las 58 nuevas desvinculaciones de los últimos días.
Según pudo saber NA, se trató de un encuentro ameno y de buen clima, definió una alta fuente al tanto del cónclave que se realizó en el despacho de Villarruel. Di Próspero planteó su inconformidad con algunos de los empleados desvinculados el viernes y martes pasado.
En el gremio, que apuntala los intereses de los trabajadores legislativos, sostuvieron que varios de los echados «hacían su tarea y cumplían con la normativa vigente». La respuesta que se llevó Di Próspero por parte de Villarruel fue que revisarán esos legajos puntualmente señalados por el representante; no obstante, las decisiones se mantendrán «y habrá más», afirmaron a NA.
Otra molestia que vertió Di Próspero fue por el cierre temporario del Jardín del Bosque. Si bien en su espacio estaban al tanto de las cuestiones edilicias que complejizaban su normal funcionamiento, hubieran preferido que la decisión de la clausura sea comunicada con anticipación y así poder manejar «mejor» la situación con los empleados afectados.
En el mismo texto que Villarruel accionó la suspensión de la actividad del Jardín del Bosque, le otorgó a los 72 padres de los niños que concurren a la institución -que fue inaugurada por el ex vicepresidente Amado Boudou- una licencia especial hasta el 31 de diciembre de este año.
Cerca de Villarruel advierten que la decisión de trabajar sobre la dotación del Senado no tiene retorno. El gremio había sido invitado a participar del proceso de revisión lanzado a finales de abril tras la resolución en que se creó la Comisión de Análisis de la Dotación (CAD), pero se negó. Tras las acciones, Di Próspero no tuvo otro camino que acercar posiciones.
No solo Di Próspero y compañía pasaron por la oficina de Villarruel, que viene de agenda fuera del Senado movida en las últimas semanas aprovechando la poca actividad legislativa, sino que también escuchó -uno por uno- la disconformidad de otros cuatro senadores que fueron afectados con bajas.
NA