Muchos se preguntan si hay una versión “más sana” o si depende del momento del día o el estilo de vida de cada uno.
La banana es una de las frutas más consumidas del mundo, pero no todos saben que su color puede influir notablemente en sus propiedades. A simple vista, una banana verde puede parecer menos apetecible que una madura y blanda, pero detrás de esas apariencias hay matices en textura, sabor y contenido nutricional que podrían impactar en la salud o en las preferencias personales.
Lo cierto es que la elección entre una banana más firme, una completamente amarilla o una ya manchada de marrón no solo se basa en el gusto: también puede relacionarse con el efecto que tiene en el organismo. ¿Qué diferencias hay y por qué podría importar?
Los beneficios de las bananas verdes
En una entrevista con el New York Post, Stephanie Schiff, nutricionista dietista del Hospital Northwell Huntington, señaló que las bananas verdes contienen altos niveles de almidón resistente, una fibra que se digiere lentamente y provoca un impacto menor en la glucosa en sangre en comparación con los plátanos maduros.
Este almidón resistente llega intacto al intestino grueso, donde es fermentado por bacterias beneficiosas. Como resultado, se producen ácidos grasos de cadena corta que favorecen el equilibrio del microbioma intestinal y ayudan a reducir procesos inflamatorios. Por este motivo, los plátanos verdes también pueden ser aliados a la hora de controlar el apetito.
“Mientras más verde esté el plátano, mayores beneficios aporta a la salud”, aseguró Schiff. No obstante, reconoció que su sabor tiende a ser más amargo y su textura algo áspera, razón por la cual prefiere no consumirlos cuando aún están completamente verdes.
La comparación entre los distintos tipos de banana
Tanto los plátanos verdes como los maduros aportan nutrientes clave como potasio, vitamina B6 y vitamina A. No obstante, los primeros destacan por su mayor concentración de folato, un compuesto vital para la reparación celular y del ADN.
En cambio, los plátanos amarillos, más dulces y blandos, contienen más antioxidantes, vitamina C y azúcares naturales. Así lo explicó la quiropráctica Suzi Schulman a través de su cuenta de Instagram. Además, detalló que con el proceso de maduración aumentan los niveles de antioxidantes como las catequinas, compuestos que contribuyen a proteger la salud del corazón.
Lo mejor para personas con diabetes
Para quienes viven con diabetes, la nutricionista Schiff sugiere optar por plátanos que aún conserven parte de su color verde. “Elijo una banana que todavía tenga bastante verde”, comentó.
Según explicó, las frutas más maduras contienen una mayor cantidad de azúcares simples debido a que el almidón se transforma a medida que maduran. Sin embargo, esa misma transformación facilita su digestión.