Algunas mediciones, como las relacionadas con el estrés o el sueño, dependen de algoritmos que pueden variar según la marca y el modelo del reloj.
El uso de relojes inteligentes con funciones de monitoreo de salud se ha vuelto cada vez más común, pero surge la pregunta de qué tan precisos son realmente sus datos. Si bien la tecnología ha avanzado y los sensores han mejorado significativamente, los especialistas señalan que estos relojes no reemplazan a los equipos médicos profesionales.
Muchas personas confían en estos dispositivos para medir su frecuencia cardíaca, la calidad del sueño, los niveles de oxígeno en sangre e incluso la cantidad de pasos diarios, pero los expertos advierten que no siempre son tan exactos como parecen. A pesar de estas limitaciones, muchos expertos coinciden en que los relojes inteligentes pueden ser herramientas útiles para el seguimiento diario de ciertos parámetros.
Qué dicen los expertos sobre el uso de los relojes inteligentes y su veracidad
Los relojes inteligentes han ganado popularidad como dispositivos que prometen mejorar la vida cotidiana y la salud. Según Cailbhe Doherty, del University College Dublin, estos dispositivos utilizan sensores avanzados para medir diversas métricas fisiológicas, aunque su precisión varía según el parámetro evaluado.
El conteo de pasos, por ejemplo, se realiza mediante un acelerómetro que detecta el movimiento de la muñeca, mientras que la medición de la presión arterial y la saturación de oxígeno en la sangre se basa en la cantidad de luz reflejada en los vasos sanguíneos. Además, algunos modelos ofrecen estimaciones del VO2 máx., un indicador clave de la capacidad aeróbica, aunque con un margen de error que oscila entre el 5% y el 13%.
Si bien estos dispositivos son bastante precisos en parámetros como la frecuencia cardíaca o el GPS, su capacidad para rastrear el sueño o el gasto calórico es menos confiable. Esto se debe a que ciertos valores no se miden directamente, sino que se calculan con base en estimaciones, lo que puede generar imprecisiones. A pesar de estas limitaciones, los relojes inteligentes siguen siendo herramientas útiles para el monitoreo de la actividad física y la salud general.