Desde hace décadas el Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas está presente en las calles de Rosario para brindarles ayuda a quienes más lo necesitan. Transportan, en su cocina de campaña, alrededor de 350 porciones de comida caliente. Cocinan todo el día y después distribuyen en distintos puntos de la ciudad. Articulan con la Municipalidad y con el gobierno de la provincia, quienes les brindan los elementos necesarios para llevar adelante las jornadas. Después ellos transitan las calles frías del invierno rosarino, sabiendo que hay muchísima gente esperándolos ansiosos.
El recorrido comienza en la esquina de Rioja y 1° de Mayo a las siete de la tarde. La cocina de campaña está enganchada a la camioneta y cinco ex combatientes de Malvinas se preparan para seguir viaje. En aquella primera parada sirvieron diez platos de comida: un guiso de arroz humeante para los cuidacoches de aquella zona. Pero el trabajo multitudinario comienza después, cuando la camioneta se adentra en el centro y llega a su segundo destino, la plaza Sarmiento. Frenan en Corrientes y San Luis y la gente ya los estaba esperando.
De lunes a viernes los veteramos de Malvinas salen a repartir comida en distintos puntos de la ciudad, que están dentro de su itinerario. A veces tienen 350 raciones, otras 380. Jamás les sobra. “Hay más necesidad en la calle, se nota. Vas a ver la cantidad de gente que hay esperando”, relata Roberto mientras maneja la camioneta que lleva a sus compañeros y los tantos kilos de comida que van a repartir a lo largo de la jornada.
Durante el invierno, el Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas sale a recorrer las calles de Rosario para brindarles un plato de comida caliente a quienes más lo necesitan.
Transportan, en su cocina de campaña, alrededor de 350 porciones de comida caliente. Cocinan todo el día y después distribuyen en distintos puntos de la ciudad, sabiendo que hay muchísima gente esperándolos ansiosos.