La ley cuenta con media sanción y prohíbe «la propaganda de la pedofilia» y el cambio de sexo, ideas que el gobierno ruso atribuye a la «influencia occidental». Las críticas de organismos de derechos humanos.
El parlamento de Rusia prohibió la «propaganda LGTB+» y otras medidas en detrimento de la diversidad sexual, considerada un derecho humano. Se trata de un nuevo giro conservador del gobierno de Vladimir Putin, en medio de la tensión por la contraofensiva militar de Ucrania.
Si bien la legislación vigente ya restringía la difusión de temáticas vinculadas a esa comunidad, estaba destinada a los chicos y adolescentes. De ser aprobada, en cambio, ahora la prohibición incluirá también a los adultos, respecto a lo que el gobierno ruso considera «propaganda gay» en los medios de comunicación, el cine, la literatura y la publicidad.
De esta forma, el gobierno de Vladimir Putin cometió un nuevo embate contra los derechos humanos, según denuncias de oenegés. En su retórica la comunidad LGTB+ es considerada como parte de la «influencia occidental, algo que busca combatir en línea con el apoyo de Occidente a Ucrania.
Rusia prohibió la «propaganda gay»
Reunidos en la Duma, este jueves 24 de noviembre los diputados rusos enmiendas que amplían el alcance de una ley que prohíbe la «propaganda» LGTB+», y que también prohíbe «la propaganda de la pedofilia y el cambio de sexo».
«Cualquier propaganda de relaciones no tradicionales tendrá consecuencias», dijo en las redes sociales el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin. Según él, el proyecto de ley «protegerá a nuestros niños y el futuro de nuestro país de la oscuridad que propagan Estados Unidos y Europa«.
Si bien todavía falta la otra media sanción de la enmienda y la promulgación presidencial, la posibilidad de que se apruebe alertó a organismos de derechos humanos ya que estiman que supondrá la prohibición efectiva de cualquier manifestación pública de la comunidad LGTBQ+.
Las críticas de los organismos de derechos humanos
Sfera, una de las agrupaciones de defensa de los derechos de la comunidad LGTBQ+ más reconocidas a nivel mundial, apuntó conra lo «inquietante» que resulta que el estado ruso afirme que las personas LGTB+ son una invención occidental. Así lo manifestó su directora, Dilya Gafurova, que asimismo advirtió de los posibles efectos de «demonización de todo un grupo».
Por su parte, la Unión Europea, uno de los principales aliados de Ucrania en el conflicto bélico, declaró que «lamenta esas medidas represivas», según el comunicado emitido tras la media sanción de la normativa. Además, consideró que de esta forma en Rusia se «alimentarán la homofobia y reforzarán la represión severa de cualquier discurso crítico y alternativo».
Según la página web de la Duma, la nueva legislación también prohibiría «la venta de bienes, incluidos los extranjeros, que contengan información prohibida». El proyecto de ley introduce multas de hasta 165.000 dólares (10 millones de rublos) para los infractores, mientras que las autoridades podrían bloquear sitios web que contengan información prohibida.
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Vladimir Putin, el garante de la Rusia «hetero»
El poderoso Vladimir Putin, que reformó la carta magna para poder perpetuarse en el poder al menos hasta 2036, lleva años presentándose a sí mismo como la encarnación de los valores cristianos tradicionales, en contraposición a los valores liberales occidentales.
Esta retórica se reforzó desde que inició su «operación militar» en Ucrania el 24 de febrero, con el fin de reforzar la moral interna de Rusia frente a un enemigo común, y dando lugar a una represión sin precedentes en el país.
Por otro lado, el nuevo giro conservador del gobierno ruso tiene un impacto directo en las productoras de cine rusas y los editores de libros, que temen que «no recibirán certificado de distribución» en caso de ser consideradas como «promotoras» de los ideales de la comunidad LGTB+.
En tanto, la activista Dilya Gafurova pidió a las autoridades que no utilicen a la comunidad LGTB+ «como instrumento de confrontación ideológica». «Simplemente lo somos, no hay nada malo con nosotros y nada que deba ser silenciado», dijo, asegurando que es imposible «quitarnos la voz».
Fuente: Pérfil