Una vez más, las protestas no autorizadas en las principales ciudades de Rusia en reclamo de la liberación del líder opositor Alexey Navalny, terminaron con más de 3.200 detenciones y con denuncias del Gobierno contra Estados Unidos por «burda injerencia».
Al mismo tiempo que las autoridades desplegaron a miles de policías antidisturbios en todo el país, instalaron vallas de seguridad y crearon largos cordones de camiones para evitar las concentraciones de manifestaciones, la Cancillería rusa volvió a apuntar a Estados Unidos como promotor de las protestas.
«La burda injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Rusia es un hecho probado, así como la promoción de falsas informaciones y los llamados a participar a acciones ilegales por parte de plataformas en línea controladas por Washington», denunció el ministerio en su página de Facebook, reprodujo la agencia de noticias AFP.
Aún no está claro si las manifestaciones opositoras fueron de la misma magnitud del fin de semana pasado, pero la organización OVD-Info, dedicada a monitorear las protestas en el país, ya informó de un número similar de detenidos: más de 3.200 personas en las principales ciudades del país, entre ellas casi 900 en Moscú y más de 560 en San Petersburgo, según la agencia de noticias DPA.
La Defensoría del Pueblo, no obstante, por el momento solo confirmó 120 arrestos en la capital, según la agencia de noticias Sputnik.
Una de las manifestantes detenidas en Moscú es la esposa Nalvany, Yulia Navalnaya.
En un video difundido por redes y relatado por Sputnik se ve cómo policías antidisturbios la detienen cuando encabezaba la columna de manifestantes que marchaban hacia la prisión donde está su esposo en Moscú.
(Fuente Télam)