El gobierno ruso anunció este jueves que evacuará a los habitantes de la región sureña a otras regiones fronterizas que no están bajo asedio, ante la intensificación de la contraofensiva ucraniana, mientras la Unión Europea (UE) y la OTAN prometieron fuertes represalias ante un eventual uso de armas nucleares.
Rusia ayudará a organizar la evacuación de los habitantes de la región de Jerson, que Moscú anexó el mes pasado, anunció este jueves la administración regional rusa, mientras la Unión Europea (UE) y la OTAN lanzaron advertencias al Kremlin por el eventual uso de armas nucleares y un encuentro entre los presidentes ruso Vladimir Putin y turco Recep Tayyip Erdogan reabrió el debate sobre el suministro de gas a la zona.
El anuncio de Rusia a favor de evacuar a los habitantes de Jerson parece una admisión tácita de la contraofensiva ucraniana y se dio apenas un día después de que Ucrania reivindicara la reconquista de cinco localidades de esa región, situada en el sur del país.
«El gobierno decidió organizar una ayuda para la evacuación de los habitantes de esta región hacia otras regiones»,declaró el viceprimer ministro ruso, Marat Jusnulin.
Agregó Jusnulin que habrá «una vivienda gratuita y todo lo que necesiten» para quienes se vayan, sin detallar cuántas personas podrían ser evacuadas, recogió AFP.
Y el jefe de la administración rusa regional, Vladimir Saldo, pidió “a todos los habitantes de la región de Jerson que quieran protegerse de los misiles” que vayan a “otras regiones» rusas. «Tomen a sus hijos y váyanse», exhortó vía Telegram.
Los evacuados serán llevados a la península de Crimea, reunificada en 2014 por Moscú, y a las regiones de Rostov, Krasnodar y Stavropol, en el sur de Rusia.
Desde hace varias semanas, el ejército ucraniano está llevando a cabo una contraofensiva en ese territorio del sur de Ucrania, anexado por Moscú y del que las tropas de Kiev aseguraron haber retomado más de 400 kilómetros cuadrados en menos de una semana. La ciudad de Jerson, ubicada cerca de Crimea, fue la primera gran urbe ucraniana que cayó en manos de las fuerzas rusas tras el inicio de la invasión, el 24 de febrero.
Mientras, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, advirtió a Rusia que “cualquier ataque nuclear contra Ucrania generará una respuesta” y aunque aclaró que no será una réplica nuclear, remarcó que “será tan fuerte desde el punto de vista militar que el ejército ruso resultará aniquilado».
Putin «asegura que no está mintiendo. Y no puede permitirse el lujo de fanfarronear ahora», dijo Borrell, que explicó que “tampoco quienes apoyan a Ucrania están fanfarroneando».
También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió que el uso de armas atómicas, aunque sean pequeñas, tendría «severas consecuencias».
Los dos salieron a enfrentar la advertencia de Putin acerca de que, tras la anexión de cuatro territorios, Rusia tendrá el derecho de utilizar todos los recursos a su alcance.
Por otro lado, Borrell anticipó que la UE deberá aprobar la próxima semana un aumento de su apoyo militar a Ucrania a «más de 3.000 millones euros».
En el terreno de los combates, un inmueble residencial y un depósito de municiones fueron bombardeados este jueves en la provincia rusa de Belgorod, cerca de la frontera con Ucrania, con acusaciones cruzadas entre las autoridades regionales y Kiev sobre los responsables de los ataques.
«Un depósito de municiones del distrito de Belgorod estalló a consecuencia de un bombardeo de las Fuerzas Armadas de Ucrania», afirmó el gobernador local, Viacheslav Gladkov, quien agregó que «según datos preliminares, no hay víctimas fatales ni heridos». Las autoridades rusas habían acusado pocas horas antes al ejército ucraniano de haber bombardeado un edificio residencial en la ciudad.
«Las fuerzas armadas ucranianas bombardearon Belgorod. La defensa antiaérea se activó. Hay destrucciones en un edificio residencial», indicó Gladkov.
Pero el consejero de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, negó que el Ejército ucraniano tuviera que ver y afirmó, en cambio, que Rusia intentó atacar la ciudad ucraniana de Jarkov, situada cerca de la frontera, y «algo salió mal».
En el cruce de logros, el ejército ucraniano afirma haber repelido ataques rusos cerca de los pueblos de Bajmutske, Ozaryanivka, Ivangrad, Marinka y Bajmut, y las fuerzas prorrusas afirmaron haber tomado el control de los pueblos de Opytne e Ivangrad, al sur de Bajmut.
Más al norte, la AFP dio cuenta de tiros de artillería en Yampil, cerca del nudo ferroviario estratégico de Limán, recientemente reconquistado por Kiev.
En paralelo, Zelenski reclamó ante el Consejo de Europa que se procese a todos los que llamó «asesinos y carniceros» y reiteró su solicitud de crear un tribunal internacional contra los responsables de presuntos abusos de fuerzas rusas.
«Hace falta que Rusia sea reconocida como Estado agresor, y que todos los asesinos y carniceros sean llevados ante la justicia por los crímenes perpetrados durante esta guerra», dijo Zelenski durante una intervención por videoconferencia durante una sesión de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE).
En Kazajistán, en tanto, el turco Erdogan defendió los lazos comerciales de su país con Rusia y, en contra de lo que se estimaba, no ofreció mediar entre las dos naciones en guerra.
Erdogan escuchó la propuesta de Putin de crear un «centro gasístico» en Turquía para exportar gas a Europa, una cuestión compleja en medio de las sanciones de la UE a Moscú y de las averías en el gasoducto Nord Stream.
Turquía -miembro de la OTAN- mantiene un papel equidistante en el conflicto y conserva buenas relaciones tanto con Kiev como con Moscú.
En este marco, puede contarse como un logro la chance, expuesta por el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, de la creación de una zona de seguridad alrededor de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, controlada por fuerzas rusas desde marzo.
«En un búnker de Kiev con el ministro de Exteriores (de Ucrania), Dmytro Kuleba. Estamos avanzando en la cuestión del establecimiento de una zona de seguridad nuclear alrededor de la central nuclear de Zaporiyia», escribió Grossi en su cuenta de Twitter, junto a una foto con el canciller ucraniano.
La semana pasada, el jefe del OIEA se reunió en la misma ciudad con el presidente Volodimir Zelenski, y el martes pasado dialogó en Moscú con Putin´.
La central nuclear, la más grande de Europa, se encuentra en la provincia homónima cerca de la ciudad de Energodar y desde marzo pasado permanece bajo el control de los militares rusos.
Fuente: Télam