El cantautor español Joaquín Sabina fue condenado a pagar una multa de 2,7 millones de dólares por deudas tributarias, en relación con su declaración de ingresos por derechos de autor y la formación de tres sociedades.
El Tribunal Supremo de España no dio curso a una solicitud del artista, quien llevaba varios años peleando en la justicia para evitar el pago de esa suma, y dejó firme una sentencia de la Audiencia Nacional del año anterior.
Asimismo, las autoridades del Tribunal Supremo señalaron que «no se fundamenta suficientemente que concurren alguno o algunos de los presupuestos» esgrimidos por los abogados defensores de Sabina para evitar la condena.
Entre 2008 y 2010, los períodos reclamados, el cantante cedió de manera irregular sus derechos de imagen a tres sociedades que él mismo integraba, junto a su hija. De esa manera, logró rebajar la base imponible para su declaración de la renta, al reducir sus ingresos totales y distribuirlos en esas compañías.
Sabina era socio mayoritario de las empresas ‘Relatores’ y ‘Ultramarinos Finos’, mientras que su hija era administradora de la firma ‘El Pan de Mis Niñas’. Las tres sociedades gestionaban sus derechos de autor, además de inmuebles y otros bienes.
El artista andaluz, de 74 años, es uno de los músicos más destacados de las últimas décadas, especialmente en Iberoamérica, y fue galardonado recientemente con un Latin Grammy.