Una de las claves es evitar hacer cambios en los ajustes de seguridad predeterminados que tiene Windows.
El uso continuo del computador puede llevarnos a cometer errores y afectar su funcionamiento. No solamente el riesgo de un malware está presente, sino que ciertas configuraciones pueden llevarnos a situaciones en las que el PC baja su rendimiento.
En el caso de tener un ordenador con Windows, existen siete aspectos fundamentales que debemos tener en cuenta para cuidar la seguridad y el funcionamiento del dispositivo.
Acciones que no debes hacer si tienes un computador Windows
Programas de optimización de Windows
Uno de los errores más comunes entre los usuarios de Windows es confiar en programas que prometen optimizar el rendimiento del sistema, como CCleaner u otras herramientas similares. La idea de que estos programas pueden acelerar tu computador limpiando archivos innecesarios es tentadora, pero a menudo estas aplicaciones causan más daño que bien.
Estos programas suelen eliminar archivos que consideran innecesarios, pero que en realidad pueden ser críticos para el funcionamiento del sistema. Además, algunos de estos programas incluyen bloatware o incluso malware, que puede comprometer la seguridad de tu equipo. En lugar de recurrir a estas herramientas, es recomendable que los usuarios realicen una limpieza manual de su sistema, familiarizándose con las carpetas y procesos que realmente necesitan ser gestionados.
Las peligrosas versiones modificadas de Windows
Otro error recurrente es la instalación de versiones modificadas de Windows que prometen ser más ligeras y rápidas, como el popular Tiny11. Estas versiones alteradas pueden parecer una buena idea para aquellos que buscan liberar recursos del sistema, pero en realidad presentan numerosos riesgos.
Al utilizar una versión modificada de Windows, pierdes el soporte oficial de Microsoft y te privas de recibir actualizaciones de seguridad cruciales. Además, estas versiones pueden desactivar funciones esenciales del sistema, haciéndolo más vulnerable a fallos e inestabilidade. La seguridad de tu equipo puede verse gravemente comprometida, y en algunos casos, podrías enfrentarte a problemas legales por usar software no autorizado.
Instalar demasiados programas
La facilidad con la que se pueden instalar programas en Windows puede llevar a muchos usuarios a saturar su PC con aplicaciones que rara vez utilizan. Aunque puede parecer inofensivo, este exceso de software tiene un impacto significativo en el rendimiento de tu equipo.
Cada programa instalado ocupa espacio en el disco duro, y muchos de ellos se ejecutan en segundo plano, consumiendo recursos del sistema como memoria RAM y capacidad de procesamiento. Esto puede ralentizar tu computador de manera considerable.
Desactivar la configuración de seguridad
Windows 10 y Windows 11 están equipados con un conjunto de herramientas de seguridad, incluyendo el Centro de seguridad de Windows Defender y el firewall integrado. A pesar de su importancia, algunos usuarios optan por desactivar estas características, exponiendo su sistema a riesgos innecesarios.
Desactivar la protección de tu PC lo deja vulnerable a ataques de malware, virus y otras amenazas cibernéticas. Aunque puede haber ocasiones en las que desees utilizar un software antivirus de terceros, nunca debes desactivar completamente las opciones de seguridad de Windows. Si prefieres un antivirus diferente, asegúrate de que sea compatible con Windows y mantén siempre activas las medidas de protección.
Instalación de software de fuentes desconocidas
Instalar software desde fuentes no verificadas es una de las maneras más comunes de infectar tu PC con malware. Muchos usuarios descargan programas que parecen útiles desde sitios web no confiables, sin darse cuenta de que están poniendo en riesgo sus datos personales y la estabilidad de su sistema.
Los programas provenientes de fuentes desconocidas pueden contener software malicioso que se infiltra en tu computador, robando información o causando daños irreparables. Para proteger tu equipo, es esencial descargar e instalar software solo de fuentes confiables, como la Microsoft Store o sitios web oficiales de los desarrolladores.
Overclocking sin conocimientos
El overclocking es una técnica utilizada para aumentar la velocidad del procesador de un computador más allá de sus especificaciones estándar. Aunque puede mejorar el rendimiento del equipo en tareas exigentes, realizar overclocking sin los conocimientos adecuados puede ser extremadamente peligroso.
Aumentar la velocidad del procesador también incrementa el consumo de energía y la generación de calor, lo que puede dañar el hardware si no se cuenta con un sistema de refrigeración adecuado. Además, un ajuste mal gestionado puede resultar en la inestabilidad del sistema o incluso en la inutilización total del equipo. Por si fuera poco, muchas garantías de los fabricantes se anulan si se detecta que se ha realizado esta configuración.
Modificar los archivos del sistema
Finalmente, uno de los errores más peligrosos que puedes cometer al usar Windows es modificar o eliminar archivos del sistema sin saber exactamente lo que estás haciendo. Los archivos de sistema son esenciales para el funcionamiento del sistema operativo, y cualquier alteración puede causar problemas graves, desde la inestabilidad hasta la inoperabilidad total del equipo.
Por ejemplo, cambios en el registro de Windows pueden parecer inofensivos, pero un error en la edición de estas entradas puede generar fallos difíciles de resolver. Siempre es recomendable hacer copias de seguridad antes de realizar cualquier modificación significativa en el sistema.