Luego de las tres funciones en el Movistar Arena, en 2023 el artista portorriqueño regresará para ofrecer conciertos en grandes espacios
Ricky Martin se presentará el 2 de marzo en el Estadio de Vélez, para ampliar su gira de shows en versión sinfónica. Esta tarde se anunció el tour completo y se espera que próximamente se pongan a la venta las entradas de los escenarios que todavía no abrieron sus boleterías para este espectáculo.
La agenda del cantante boricua queda diagramada de esta manera: comenzará el 24 de febrero con su actuación en el Anfiteatro de Villa María, Córdoba; dos días después cantará en el Arena Aconcagua de Mendoza; el 28 viajará al Uruguay para el concierto que tiene previsto en el Antel Arena de Montevideo; el 2 de marzo la cita será en Buenos Aires, en Vélez, y el 4 de en el autódromo de Rosario. Hasta ahora las fechas confirmadas sólo eran las de Mendoza y Rosario, por lo que varios shows se suman a la gira.
El regreso de Ricky Martin se producirá luego de las tres funciones que, con este mismo formato, agotó este año en el Movistar Arena. El espectáculo está producido con sesenta músicos sobre el escenario y un repertorio de grandes éxitos, más composiciones recientes que acaba de editar. “Tal Vez”, “Volverás”, “Fuego de noche, Nieve de día”, “Vente Pa’ca”, “Disparo al corazón”, “El amor de mi vida”, serán parte de esa lista, además de su hit “A veces bien, a veces mal”, de su nuevo EP PLAY, ya disponible en todas las plataformas digitales.
Según su productora, “este proyecto nació de un sueño de Ricky de poder presentar un concierto con una orquesta clásica, llevando sus canciones a un nuevo nivel, logrando ese encuentro entre ambos mundos sin perder su esencia”. Todo comenzó en julio, cuando el boricua realizó dos conciertos completamente agotados en el afamado Hollywood Bowl, con la Filarmónica de Los Ángeles, junto al director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel. “Con su creatividad e ingenio musical, Ricky demuestra una vez más el porqué es considerado uno de los artistas más importantes de la música latina alrededor del mundo. Su larga y sólida trayectoria musical continuará con la promoción de PLAY, su participación como uno de los protagonistas de la serie americana Mrs. American Pie y compromisos vinculados con la Fundación Ricky Martin”, anunciaron.
El intérprete de canciones memorables volvió a ganar los aplausos de su público local a finales de noviembre, cuando ofreció tres presentaciones del mismo espectáculo en el Movistar Arena. Nominado a la mejor Canción del Año en los Premios Grammy Latinos por el tema “A veces bien y a veces mal”, Ricky Martin presenta en su puesta en escena sinfónica el despliegue de una gran orquesta.
En la nota publicada por LA NACION, en el primero de los shows de aquella serie, así fue reseñado el concierto: “Son pocos los músicos populares, sobre todo los muy exitosos, que se resisten la tentación de actuar en algún momento con una orquesta sinfónica a sus espaldas. (…) Tanto que, también casi como norma, todos los que se vuelcan a esta línea sinfónica, nunca dejan de incluir su propia banda pop de respaldo, más o menos numerosa y significativa según sean el estilo y los recursos de la figura en cuestión. Esta vez, el “sinfónico” fue el puertorriqueño Ricky Martin, un cantante y un artista completo, exitoso, importante, líder de masas y enloquecedor de público femenino que no necesita, por supuesto, ningún reconocimiento extra para mostrar todo lo que es. Pero allí estuvo, una orquesta de formato europeo, conformada como para tocar música de Mozart o Beethoven. (…) Y como suele suceder, esa orquesta quedó durante casi todo el concierto sonoramente escondida detrás del potente grupo pop/latino con bronces y guitarra solistas y mucha percusión. Pero es con el propio Ricky Martin con quien cualquier discusión en estos sentidos desaparece y queda sepultada detrás de su enorme figura. Podrá quien escucha ser más o menos amante de sus canciones y su estética, pero nadie podrá dejar de ver lo que es sobre un escenario este señor nacido en San Juan de Puerto Rico hace 50 años”.
Fuente: La Nación