Los cinco herederos del ídolo no se pusieron de acuerdo para avanzar con un museo y todo indica que se dividirán rápidamente los invaluables trofeos para enviarlos a una subasta internacional. Empezarían por los cuatro autos que están en la Argentina, incluido el BMW que tiene grabadas la cara y la firma de Maradona.
Uno de los mayores obstáculos para un acuerdo fue el abogado del hijo que vive en Italia, Diego Junior, Luis Rey, pero también Dalma y Giannina se inclinan por recibir la parte que les toque y dividir el legado. El abogado de Junior fue el que más se opuso a todas las propuestas y eso frustró, al menos por ahora, la posibilidad de avanzar en una idea común: un museo, una muestra itinerante, bares temáticos y otros proyectos similares que se habían comenzado a trabajar con Maradona en vida, a principios de octubre de 2020. Los próximos pasos se darán el lunes 8 de febrero, con la apertura de una caja de seguridad existente en Puerto Madero y un posible remate internacional de los cuatro autos que el Diez tenía en la Argentina. Esto incluye un BMW que tiene la firma y la cara de Diego.
Las tratativas tuvieron lugar este miércoles, jueves y viernes, pero no llegaron a buen puerto. Es más, el ambiente fue de conflicto. Uno de los puntos clave de los diálogos es qué hacer con los dos contenedores que están en un depósito de Beccar y contienen un invaluable tesoro. Por ahora no hay acceso a la baulera de Dubai donde también hay objetos de todo tipo.
En base a la idea de concretar un museo –con Diego en vida–, se hizo un primer inventario que incluye trofeos, pelotas, camisetas firmadas por decenas de jugadores de otros países –por ejemplo, Pelé, Stoichov, Ronaldinho, todo el plantel de Boca, Palermo-, botines, pijamas de Versace, balones de oro, regalos de todo tipo y una cantidad casi infinita de fotos –con Fidel Castro, Hugo Chávez, artistas, cantantes–, además de videos de distinta naturaleza. Existe una fuente inagotable de los últimos años: videos y audios que Diego le mandaba a numerosísimas personas. Incluidos algunos que son una especie de ironía del destino: “aahhhh, ustedes se creían que yo estoy muerto, miren lo bien que estoy”, dice Diego en una grabación.