Afganistán prohíbe a las mujeres hablar en público bajo la nueva ley talibán. Conoce todos los detalles.
El gobierno talibán de Afganistán ha vuelto a endurecer las restricciones sobre las mujeres, obligándolas a permanecer en silencio en público como parte de su última normativa. Esta medida se enmarca dentro de la ley de 35 artículos ratificada recientemente por el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio del Emirato Islámico de Afganistán, la cual incluye, entre otras, la obligación de las mujeres de usar el velo para cubrirse el rostro y el cuerpo. Las nuevas reglas prohíben explícitamente que las mujeres hablen, canten, reciten o utilicen micrófonos en público, considerándolo una falta contra la modestia.
Tres Años de Represión Intensificada
Desde que los talibanes retomaron el poder en Afganistán en agosto de 2021, el país ha vivido una regresión en los derechos y libertades fundamentales, especialmente en lo que respecta a las mujeres. A través de diversas normativas y medidas de control social, el régimen ha buscado erradicar la presencia femenina del espacio público, limitando su acceso al trabajo, la educación y ahora, a su derecho de expresión.
Amnistía Internacional ha denunciado que estas leyes son parte de un esfuerzo sistemático para hacer desaparecer a las mujeres de la vida pública. «El silencio de la comunidad internacional sobre las decisiones de los talibanes los alienta a imponer todos los días nuevas leyes y restricciones», comentó Halema, una ama de casa de Kabul, en una entrevista con Reuters.
La Reacción Internacional
La comunidad internacional ha respondido con condenas hacia esta nueva legislación. El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, expresó el «rechazo total» de su gobierno hacia estas medidas, afirmando que «condenamos toda vulneración de los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas». A estas declaraciones se sumaron las de la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, quien calificó las acciones del régimen talibán como «opresión y agravio a las mujeres».
Una Ley con Sanciones Severas
La ley, que se ha oficializado tras recibir la aprobación del líder espiritual supremo Haibatullah Akhundzada, establece sanciones para quienes no cumplan con sus preceptos. Las penalidades van desde la amonestación verbal y las multas, hasta la detención policial por un período de una a tres días. Además, prohíbe a los conductores transportar mujeres adultas sin un tutor masculino legal, entre otras restricciones.
El portavoz del Ministerio de Justicia afgano, Barkatullah Rasooli, declaró que esta normativa busca «promover el bien y prohibir el mal» conforme a la ley islámica. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han advertido que la implementación de estas medidas solo refuerza la opresión hacia las mujeres, impidiendo su participación activa en la sociedad.
Una Crisis Humanitaria y Social
El regreso de los talibanes al poder no solo ha sumido al país en una crisis humanitaria, sino que ha generado una profunda crisis económica, que se ha visto agravada por las severas restricciones impuestas a la población, especialmente a las mujeres. A pesar de las promesas iniciales de moderación por parte de algunos líderes talibanes, la realidad dentro del país es muy distinta, con un endurecimiento progresivo de las políticas represivas.
Human Rights Watch y otras organizaciones han señalado que el régimen talibán está cometiendo crímenes de lesa humanidad al perseguir a las mujeres por razones de género. La situación en Afganistán ha llevado a la comunidad internacional a debatir sobre la legitimidad del gobierno talibán y la posibilidad de imponer sanciones más severas si no se revierten estas políticas.
El Futuro de las Mujeres Afganas
La normativa recién ratificada es solo la más reciente en una serie de medidas draconianas que los talibanes han implementado en su afán por controlar todos los aspectos de la vida de las mujeres en Afganistán. Con el cierre de oportunidades laborales, la prohibición de la educación para niñas y la restricción de movimientos sin la presencia de un tutor masculino, el régimen talibán parece decidido a mantener a las mujeres confinadas a la vida privada, borrándolas prácticamente del ámbito público.
El silencio impuesto a las mujeres en público representa una clara violación de sus derechos humanos básicos y es un recordatorio alarmante de la continua opresión bajo la cual viven millones de afganas. La comunidad internacional, encabezada por potencias como Estados Unidos y la Unión Europea, enfrenta el desafío de presionar al régimen talibán para que revierta estas políticas y respete los derechos fundamentales de todas las personas, independientemente de su género.