Guillermo Francos y Pablo Toviggino se sacaron chispas por el regreso de los visitantes. Ironías, política y fútbol en un cruce que sacudió hasta a la AFA.
El regreso del público visitante a los estadios del fútbol argentino —una medida esperada durante años por los hinchas— terminó desatando un nuevo frente de conflicto entre la Casa Rosada y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Todo estalló cuando Guillermo Francos, jefe de Gabinete de Javier Milei, cuestionó las intenciones del anuncio hecho por la entidad que conduce Claudio «Chiqui» Tapia, y sugirió que la decisión tenía fines políticos.
«Es una ventana que se abre, pero que tiene un límite», advirtió Francos sobre el regreso de los visitantes, deslizando que la medida podría estar siendo utilizada para influir políticamente. Las declaraciones no cayeron bien en Viamonte, y quien salió al cruce fue Pablo Toviggino, tesorero de la AFA y mano derecha de Tapia.
A través de su cuenta de X (ex Twitter), Toviggino lanzó un feroz ataque personal contra Francos: “Te equivocás, hombrecito de dientes amarillos”, escribió, y sumó una advertencia cargada de contenido político: “Si el Comandante (por Tapia) y yo jugáramos un rol político, el Justicialismo tendría una discusión menos en sus listas de candidatos”.
También reivindicó los logros deportivos de la AFA: “Ese fútbol argentino que llevamos en nuestros hombros logró en este breve lapso una Finalissima, dos Copas América y una Copa del Mundo”. Y cerró con un dardo directo: “Ocúpate de los gobernadores, que me parece que te borraron de su agenda, y dejá que del fútbol argentino nos ocupamos nosotros”.
Francos: “Que se fije si tiene los dedos verdes”
Lejos de calmar las aguas, Francos respondió con ironía desde LN+, en una entrevista con Carlos Pagni: “Este personaje… me dijo que tenía los dientes amarillos… en todo caso, me fijaría si tiene los dedos verdes, por lo que toca…”.
El jefe de Gabinete aseguró no tener intención de ofender, pero sí dejó en claro su postura: “La autorización de hinchas visitantes es una utilización política de la AFA”, reiteró. Y apuntó a la figura de Toviggino: “No sé qué hizo para adjudicarse la Copa del Mundo. Esa copa la ganaron Messi, Di María, De Paul y todos los jugadores que dirigió Scaloni”.
En una comparación inesperada, Francos concluyó: “Scaloni armó un gran equipo, como el presidente Milei armó un gran equipo de gobierno para el país”.
¿Quién es Pablo Toviggino?
Conocido por su bajo perfil mediático pero alto poder de fuego interno, Pablo Toviggino no es ajeno a la polémica. En el pasado protagonizó choques con entrenadores como Carlos Tevez y Eduardo Domínguez, y tuvo enfrentamientos públicos con dirigentes como Rodolfo D’Onofrio, Andrés Fassi, Juan Sebastián Verón y Raúl Cascini.
Es considerado el brazo ejecutor de Tapia y el gran operador en las sombras de la AFA. Su tono, cada vez más confrontativo, genera tanto respaldos como rechazos dentro y fuera del mundo del fútbol.
Aunque el detonante fue el regreso de los hinchas visitantes, el trasfondo es mucho más complejo: se trata de una disputa de poder entre el oficialismo libertario y la estructura política del fútbol argentino, históricamente vinculada al peronismo.
Desde el Gobierno observan con atención los movimientos de Tapia y su entorno, conscientes de la influencia territorial que posee la AFA, con clubes repartidos por todo el país y una fuerte llegada a sectores populares. En ese contexto, cualquier gesto puede leerse como una jugada política.
La vuelta de los visitantes no solo abre las tribunas: también reactiva el uso simbólico del fútbol como herramienta de presión, legitimación o resistencia. En un año electoral cargado, todo indica que la pelota también se juega en la arena política.
