El jurado dio por probado los hechos por los que fue denunciado por E. Jean Carroll en 1996 y le ordenó pagar una indemnización de u$s5 millones. El jurado rechazó la acusación de violación.
Luego de dos horas y media de debate, los integrantes del jurado integrado por seis hombres y tres mujeres llegaron al veredicto. La causa se tramitó solamente en la justicia civil y el magnate no sólo rechazó en todo momento las acusaciones, sino que incluso llegó a declararse víctima de una «persecución política».
De todas las denuncias de acuso y abuso sexual que salpicaron a Trump, solo ésta llegó a juicio en un momento en el que el exmandatario intenta ser reelegido en 2024 y en el que afronta una serie de procesos legales relacionados a la imputación de 34 delitos por pagos en negro a una actriz porno.
A mediados de abril, la periodista norteamericana Elizabeth Carroll ratificó ante el Tribunal de Nueva York, la acusación sobre un supuesto abuso sexual que sufrió de parte del expresidente Donald Trump. Además, explicó que su presencia se debe a que busca rehacer su vida.
“Estoy aquí porque Donald Trump me violó», afirmó la escritora quien también alega que Trump la agredió sexualmente en un probador de una tienda de lujo en la Quinta Avenida de Nueva York, a mediados de la década de 1990.
Carroll escribió sobre este hecho en un libro, que fue publicado en 2019. Luego, el exmandatario dijo que el hecho no había ocurrido. “Mintió e hizo añicos mi reputación», remarcó.
Según su testimonio, Trump la reconoció porque ella escribía una columna en la revista Elle, «Ask E. Jean» (pregúntale a E.Jean), y la invitó en tono amistoso a ayudarla a elegir un regalo.
El tono era «muy jocoso», dijo Carroll, que relató que en la sección de lencería, Trump eligió un ‘body’ y admitió que todavía no se explica, 25 años después, por qué lo siguió al probador pese a que «la comedia estaba escalando».
«Me empujó contra la pared. Seguí riendo, no estaba segura. No quería hacer una escena», pero inmediatamente después «introdujo» sus dedos en su vagina y después su pene. “Fue muy doloroso; todavía sentada aquí lo puedo sentir», señaló.