Javier Milei deroga la emergencia territorial indígena tras 18 años. El polémico decreto habilita desalojos y genera alerta en las comunidades.
El gobierno de Javier Milei avanzó este martes en una medida que genera polémica y alarma en las comunidades indígenas del país. Mediante el Decreto 1083/2024, publicado en el Boletín Oficial, derogó el Decreto 805/2021, que sostenía la emergencia territorial en materia de tierras ocupadas por pueblos originarios. Esta decisión pone fin a casi dos décadas de protección frente a desalojos y plantea serios desafíos para comunidades indígenas y propietarios privados.
El decreto deroga la prórroga de la Ley 26.160, vigente desde 2006, que suspendía los desalojos en tierras ocupadas por comunidades indígenas mientras se realizaban relevamientos catastrales para regularizar su situación. Según el Ejecutivo, esta normativa generaba conflictos territoriales y jurídicos, afectando derechos constitucionales como la propiedad privada y el control provincial de recursos naturales.
En el documento oficial, el gobierno subrayó: “Cada día que transcurre con la suspensión de desalojos genera una grave afectación al derecho de propiedad de los legítimos dueños”.
Justificaciones del Ejecutivo
El decreto sostiene que la emergencia territorial frenó inversiones, limitó el uso productivo de las tierras y propició inscripciones irregulares de comunidades. Actualmente, el gobierno reconoce 1.626 comunidades indígenas, aunque cuestiona que muchas de ellas no cumplirían con los requisitos legales para ser consideradas como tales.
Además, se busca «recuperar la confianza de los ciudadanos en que su propiedad será respetada», garantizando que los propietarios afectados por ocupaciones puedan retomar acciones legales para recuperar sus tierras.
Conflictos territoriales en aumento
En la Argentina, al menos 254 disputas por tierras están registradas en diversas regiones. La Patagonia ha sido uno de los focos principales, donde se han denunciado tomas, incendios y actos de violencia vinculados a reclamaciones territoriales.Mate
Con esta medida, la situación podría tensarse aún más. Si bien el gobierno señala que busca reducir conflictos, diversas organizaciones indígenas anticipan que los desalojos forzosos exacerbarán la violencia y pondrán en riesgo derechos básicos de estas comunidades.
Impacto económico y ambiental
La derogación también apunta a desbloquear proyectos de inversión y desarrollo productivo, paralizados por los conflictos territoriales. Sin embargo, especialistas advierten que esta medida podría derivar en nuevos problemas ambientales, al habilitar intervenciones en territorios previamente protegidos.
Evaluación legislativa
El decreto será analizado por la Comisión Bicameral Permanente del Congreso, que determinará su validez. En paralelo, sectores opositores y organizaciones sociales ya han anunciado que impulsarán medidas legales para frenar los desalojos.
Debate constitucional
El gobierno se ampara en el artículo 17 de la Constitución Nacional, que garantiza la inviolabilidad de la propiedad privada. Sin embargo, críticos de la medida cuestionan su falta de diálogo con las comunidades afectadas y su posible violación de tratados internacionales sobre derechos indígenas.
Con esta decisión, la administración de Javier Milei refuerza su postura libertaria, priorizando la propiedad privada y el desarrollo económico frente a los derechos de los pueblos originarios. Las próximas semanas serán clave para medir el impacto real de esta medida en el tejido social y económico del país.