El evento contó con más de 60 stands de editoriales con publicaciones de escritores indígenas y no indígenas de diversos puntos del país.
Un millar de personas participaron este domingo de la primera edición de la denominada «Feria del Libro Originario», que se desarrolló en la Plaza del Lector Rayuela, en el barrio porteño de Recoleta, durante la cual se difundieron, en más de 60 stands, materiales directamente ligados con la temática de los pueblos originarios.
Organizado por el Centro de Estudios sobre Pueblos Originarios de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM), el evento contó con más de 60 stands de editoriales con publicaciones de escritores indígenas y no indígenas de diversos puntos del país.
La Feria se realizó desde las 14 a las 19 en la plaza adyacente a la BNMM, donde se abordó la temática sobre pueblos originarios desde la literatura, la historia, el periodismo, la etnografía, la biografía, los saberes ancestrales, el ensayo, la música y las culturas de los pueblos originarios del país.
Carina Carriqueo, integrante del equipo del Centro de Estudios sobre Pueblos Originarios de la BNMM, dio la bienvenida a los presentes, a quienes invitó «a viajar a nuestras raíces para reencontrarnos con nuestra identidad, con nuestras lenguas, nuestros sonidos y nuestras canciones cantadas».
Tras las palabras de bienvenida, la cantora mapuche tehuelche Victorina Melipan Antieco Spoja, oriunda de Chubut, se presentó junto a su compañero tehuelche y dos músicos que la acompañaron durante la actuación.
La mujer mapuche tehuelche contó a Télam: «Trajimos nuestras canciones, que si bien rescatan muchos cantos ancestrales también tienen la particularidad que es crear nuestra propia impronta, construyendo desde el presente, contando a través de la música y el canto cómo vivimos hoy nuestra identidad».
A su vez, señaló: «Yo escribo mis propias letras, cuando tengo ´pewmas´ (sueños) y me dejan recordarlos, también transcribo eso en algún dibujo, en algún canto, o bueno, lo que los ancestros quieran que una sea, porque una solamente es un nexo, es un instrumento, nada más».
Antieco Spoja, que actualmente vive en la ciudad bonaerense de La Plata, relató que se crio en la localidad chubutense de Costa de Lepá, donde sus bisabuelos llegaron tras ser corridos de Junín de los Andes, junto al «Longko» (autoridad ancestral) mapuche tehuelche Valentín Sayhueque, por la avanzada militar de la denominada «Campaña del Desierto».
Por su parte Emiliano Ruiz Díaz, quien trabaja en la Dirección de Investigaciones y en simultáneo en el Centro de Estudios sobre Pueblos Originarios, junto a Diego Antico y Carina Carriqueo, contó a esta agencia que esta última área «se creó en los últimos años en la Biblioteca Nacional, por voluntad de esta gestión y el director de Cultura, Guillermo David, con la misión de reivindicar la memoria y el presente indígena de nuestra Argentina y de nuestra América».
«Cuando empezamos con esta idea, muchos nos decían che, pero fíjense que en realidad no hay tanto, no existe tanto, y cuando empezamos a hacer la investigación de lo que ya conocíamos y de lo que tuvimos que salir a conocer, para juntar, nos dimos cuenta de que había decenas de editoriales, incluso más de 40, que tenían títulos relacionados con la temática indígena», contó.
Lucia Qanchay K’oyllur es una mujer quechua de más de 60 años, oriunda de La Puna jujeña, que presentó el libro de su autoría «En mi mundo andino con llamitas y ovejas», publicado recientemente.
«En el libro cuento historias de los lugares donde yo jugaba de niña y mis juguetes, mis hermanos, mis amigos y mis hermanitas, eran las llamas y las ovejas también, entonces esas son parte de mis vivencias», añadió.
Télam